Medio: El Deber
Fecha de la publicación: miércoles 28 de marzo de 2018
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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En fin, las mil y una noches es una pirindonga frente a la caterva de historias que se crean los unos a los otros, o más bien los unos contra los otros. Si las cosas se ponen así tan temprano waway, estamos jodidos. Todo lo que ocurre realmente dejará de ser importante y pasará a catalogarse como “afanes electoralistas” por el interlocutor de turno.
Los políticos tienen esa facilidad de ‘catalogar’ las cosas para restarles importancia. ¡Estamos jodidos waway! A parte de que ya no sabemos quién dice la verdad, ni siquiera a nosotros nos van a creer nuestra verdad. Te explico: El desaparecido será el que se está ocultando con fines electoralistas. El muerto será la culpa del otro que tiene afanes electoralistas, el enfrentamiento social será el error del que está por detrás con afanes electoralistas. El narcotráfico será un negocio encubierto del que tiene afanes electoralistas. La pobreza será la figura que el otro utiliza con fines electorales para marear la perdiz. El contrabando será la culpa de otro país que tiene afanes de interferir en temas electoralistas.
Nada será lo que realmente es. Estamos jodidos, waway. Un año de fines electoralistas y nosotros como borregos escuchando al que grita más fuerte. ¿Y tú te crees eso de que hay mucha tela que cortar? Pues precisamente es eso lo que quieren que hagas. ¡Despertá, waway!