“Están en la plaza reuniéndose los simpatizantes del MAS, quieren intervenir con la Policía y un notario la Asociación (de Productores de Coca (Adepcoca), para hacer prevalecer su directorio político (…). Lo que nos preocupa en estos momentos es que se intervenga la (oficina) regional”, declaró a Página Siete el dirigente de los cocaleros de Chulumani, Javier Pinto.

El miércoles, el alcalde de Chulumani, Vladimir Cándido Vega Morales, junto con los militantes del Movimiento Al Socialismo, tenía programado inaugurar una casa de campaña.

En el municipio hubo rechazo de los afiliados a Adepcoca afines al dirigente detenido Franclin Gutiérrez, a los que se sumó gran parte de la población. Entonces surgieron los primeros enfrentamientos que derivaron en el destrozo del escenario instalado por los masistas.

Un numeroso contingente policial llegó hasta el poblado yungueño, donde los dirigentes cocaleros se declararon en la clandestinidad porque aseguran que son “perseguidos”.

“Justamente en la regional está el medio de comunicación FM Bolivia, que siempre nos ha dado cobertura. La intención de ellos (los militantes del MAS) es esa, tomar la regional y posesionar la regional paralela que tienen”, manifestó el dirigente.

Pinto acotó que la mañana de ayer llegó un bus con un “fuerte contingente policial” hasta Chulumani, con la orden de arrestar a los dirigentes cocaleros.

“Ya hay como 200 policías que tienen la intención de capturar a los dirigentes”, sostuvo Pinto, quien dejó el pueblo el mismo miércoles y contó que recibe información de sus vecinos.

Pobladores de Chulumani, quienes prefirieron no ser identificados, indicaron que esa localidad está “militarizada, no hay caso ni de caminar, de entrar a los Yungas”, afirmó una mujer que contó que decenas de efectivos están en el lugar.

Conflicto en Yungas

• Reacción Los dirigentes de la Asociación de Productores de Coca (Adepcoca) de Chulumani, en los Yungas de La Paz, se declararon en la clandestinidad y aseguraron que son víctimas de persecución.
• Situación La tensión en el pueblo es permanente y decenas de policías controlan la seguridad. Los dirigentes denunciaron que ayer otro contingente policial llegó al pueblo.