Siguen y suman los procesos electorales en América Latina, consolidando una democracia regional que, con todas sus imperfecciones, demuestra con la fuerza de los hechos que es la mejor forma de organización de la vida política que hayamos experimentado (y vaya que experimentamos demasiado).

Entre ceja y ceja

Elecciones presidenciales 2018

Siguen y suman los procesos electorales en América Latina, consolidando una democracia regional que, con todas sus imperfecciones, demuestra con la fuerza de los hechos que es la mejor forma de organización de la vida política que hayamos experimentado (y vaya que experimentamos demasiado).

 Las  elecciones de Costa Rica se realizaron el 4 de febrero; sin embargo, debido a que ningún candidato logró superar el mínimo del 40% de los votos, se tiene que ir a una segunda vuelta el próximo 1 de abril. Los finalistas resultaron el periodista y cantante cristiano  Fabricio Alvarado,  del partido Restauración Nacional, y el también periodista y politólogo Carlos Alvarado, del partido Acción Ciudadana. Ninguno de los dos partidos tradicionales (PLN  y  PUSC) pasaron a la segunda ronda, representando  una sorpresiva ruptura del tradicional  bipartidismo costarricense. Todo parece indicar que Fabricio será el ganador, inclinando la balanza política hacia el conservadurismo.

 En Paraguay, los comicios se realizarán el  22 de abril. La elección está completamente polarizada entre Mario Abdo Benítez, del partido Colorado, y Efraín Alegre, de la Gran Alianza Nacional Renovada, aunque la ventaja que lleva el primero parece irreversible. Aquí también las fuerzas conservadoras llevan la delantera.

 Las  elecciones de  Venezuela se llevarán a cabo el  20 de mayo. Son, como todo el mundo sabe, unas elecciones amañadas, fraudulentas, de principio a fin, y sus resultados no serán reconocidos por la inmensa mayoría de naciones democráticas de la comunidad internacional. El actual gobernante, Nicolás Maduro, cuya popularidad ronda por el 8%, aparece como el gran favorito en este ambiente de total descrédito y deslegitimación. Un dizque opositor, en realidad funcional a la estrategia de la tiranía, Henry Falcón, se presenta como el adalid de la disidencia. En realidad, sólo es parte de una pantomima que nadie, con un mínimo de sentido democrático, puede llegar a creer.

 Las  elecciones de Colombia se celebrarán el 27 de mayo. El candidato ganador debe obtener la mitad más uno de votos, si no, se realizará una segunda vuelta entre los dos primeros el 17 de junio.

Por el momento, de los siete candidatos inscritos, cinco aparecen con posibilidades, según las encuestas, en este orden: Gustavo Petro, exalcalde de Bogotá; Iván Duque, émulo del expresidente Álvaro Uribe; Sergio Fajardo, exalcalde de Medellín; Germán Vargas Lleras, exvicepresidente de Juan Manuel Santos, y Humberto de la Calle, principal negociador de los acuerdos de paz con las FARC.

Las dos candidatas mujeres, Piedad Córdova y Viviane Morales, lucen relegadas. Lo más probable es que se produzca la segunda vuelta, casi con seguridad entre Petro y Duque, expresando así la polarización política e ideológica que vive Colombia.

 La elección mexicana se llevará a cabo el 1 de julio. Se elegirán presidente de la República, 128 senadores, 500 diputados federales y 30 gobernadores. Nunca antes en la historia se produjeron tantos comicios simultáneos y existen dudas muy grandes acerca del resultado final del experimento.

Los candidatos presidenciales con más opciones son Andrés Manuel López Obrador, en su tercer intento, Ricardo Anaya, de la inédita alianza entre el derechista PAN, y el izquierdista PRD y José Antonio Meade, del incombustible PRI. Todo parece indicar que la tercera será la vencida para López Obrador.

 Finalmente, las  elecciones en  Brasil  serán el 7 de octubre. “Lula da Silva es el gran favorito, pero esto sólo sucederá si no es inhabilitado por los procesos de corrupción que afronta. Por ahora, los otros con posibilidades, en medio de una decena de aspirantes, son la ambientalista Marina Silva y el derechista Jair Bolsonaro.

 Meses movidos los que nos esperan durante este singular año electoral, en el que seguro habrá sorpresas que echen por tierra algunos de los pronósticos. Mientras aquello sucede, aquí estaremos aprendiendo cada vez más de esta democracia mágica en la que vivimos.

Ricardo Paz Ballivián es sociólogo.