En este caso, el 28 por ciento de las personas consultadas dijo que no cambiaría su voto por otro candidato; 23 por ciento no sabe o no respondió; 19 por ciento, por Ortiz; 13 por ciento, por Mesa; 8 por ciento tendría que pensarlo; 4 por ciento, por Patzi; 3 por ciento, por Cárdenas, y 1 por ciento, por Jaime Paz Zamora, que ya no está en carrera.
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Otras opciones: Mesa y Ortiz son las alternativas principales
La segunda encuesta de Mercados y Muestras levantada en las nueve capitales más El Alto y 31 ciudades intermedias preguntó también: Si su candidato presidencial no se presentara, ¿cuál sería su segunda opción?
Carlos Mesa de Comunidad Ciudadana (CC) y Oscar Ortiz de Bolivia Dice No son las segundas opciones de candidatos preferidas por los electores consultados, pero la mayoría, un 32 por ciento, dijo que no votaría por ningún otro postulante. Evo Morales es la alternativa menos elegida.
Una segunda vuelta electoral, o balotaje, permite la elección popular de un presidente cuando no se ha obtenido en primera vuelta la mayoría requerida. Éste es un mecanismo que permite que la decisión final de la elección presidencial recaiga en el soberano, y no en el congreso como sucedía en Bolivia bajo vigencia de la Constitución anterior. La gran ventaja del balotaje es precisamente la legitimidad que le confiere a un gobernante ser electo directamente por el pueblo. Entre sus desventajas, un gobierno conformado de esta manera puede tener poca representación en el congreso, y por ende mayores desafíos para gobernar.
Si la intención de voto registrada por esta encuesta se mantiene, Carlos Mesa será presidente de Bolivia después de una segunda vuelta histórica para la democracia del país. La intención de voto en primera vuelta no le alcanza a Evo Morales para ser reelecto (recordemos que la Constitución estipula que el ganador debe tener o más del 50 por ciento de los votos o más del 40 por ciento con una diferencia de 10 puntos porcentuales sobre el segundo). Y en la segunda vuelta, que debería realizarse dos meses después de la elección de octubre, Mesa recibiría la mayoría relativa necesaria para ser electo presidente, aunque seguramente estaría lejos de controlar el congreso. Esto lo obligaría, si quiere gobernar, a hacer alianzas con alguna de las fuerzas políticas que tendrán representación parlamentaria (por el momento solo el MAS y BdN).
Ambos resultados, el empate en primera vuelta y la victoria de Mesa en el balotaje, tienen diferencias que exceden el margen de error de la muestra. Pero esto está lejos de darle certeza a estos resultados porque, por un lado, faltan aún ocho semanas para las elecciones y puede suceder algo extraordinario que modifique la intención de voto de manera sustancial. Y por otro, la encuesta muestra que todavía existe una cantidad importante de indecisos que podrían hacer variar estos resultados (tanto para la primera como para la segunda vuelta). Además, el escenario cambiaría de manera dramática si es que alguno de los tres candidatos con mayor intención de voto desistiera de su candidatura, algo que parece poco probable, al menos de momento. Pero con todo, si esta encuesta tiene razón y las cosas se mantuvieran como están, el candidato de Comunidad Ciudadana será presidente en segunda vuelta sin tener control de congreso.