Medio: Ahora el Pueblo
Fecha de la publicación: domingo 25 de agosto de 2019
Categoría: Representación Política
Subcategoría: Democracia paritaria
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En el curso organizado por la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) y la Escuela de Gobierno de la Organización de los Estados Americanos (OEA), en coordinación con el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Tribunal Supremo Electoral (TSE), participaron expositores internacionales.
La edición para postulantes bolivianas llevó el nombre de Remedios Loza, honrando la memoria de la primera mujer de pollera en ocupar un curul en la Cámara de Diputados. Al curso fueron invitadas representantes de las nueve organizaciones políticas que intervendrán en las elecciones generales del 20 de octubre.
Para abordar esta actividad, Bolivia Decide entrevistó a Ricardo Solari Saavedra, exjefe de Comunicaciones de la campaña electoral de Michelle Bachelet, quien informó que participa en la vida política de su país (Chile) desde hace muchos años.
Solari, economista, dijo que fue parte de la lucha contra la dictadura del general Augusto Pinochet, de la dirección de la campaña del No en 1988 que terminó con el dictador. Fue viceministro de la Presidencia en el primer gobierno democrático, luego ministro de Trabajo, cumplió distintas funciones y participó en muchas campañas en Chile.
“También ejerzo mi derecho de opinar en los medios de comunicación”, manifestó Solari. Indicó que todavía hay prejuicios porque a las mujeres aspirantes se les plantea temas que jamás se toca con los hombres, como el del cuidado de los hijos.
¿Qué aspectos abordó durante su exposición en el curso?
La organización de las campañas electorales, cuál la estructura lógica de organizar una campaña electoral, cuáles los pasos que hay que dar para que una campaña sea exitosa o pueda ser competitiva; de lo que se trata es que no se debe improvisar, sino estructurar un programa en el que la energía que tienen las candidatas pueda ser bien utilizada.
¿Es decir, para que las postulantes hagan campaña?
Nosotros tenemos una larga experiencia, iniciamos un grupo, dirigí la primera campaña de Michelle Bachelet, que fue la primera mujer elegida presidenta en Chile. Desde ese momento iniciamos con un grupo en América Latina una serie de trabajos destinados a fortalecer las campañas de mujeres, porque estamos convencidos de que fortalecer la presencia de las mujeres en el sistema político representativo, en el Parlamento, municipios, va a ser beneficioso para la sociedad; hicimos el ejercicio en México, República Dominicana, Panamá y Perú. Hemos armado un equipo estable que se encarga de los distintos aspectos de la campaña, que van desde temas estrictamente de comunicación, de organización de campaña, todos los aspectos de género, de violencia contra la mujer, para que el poder femenino crezca en la región.
¿En qué aspectos incidieron durante la campaña de Bachelet?
Nunca había habido una candidata presidencial, eso fue muy interesante para analizar. Tiene que ver con los prejuicios y los estereotipos, y esa visión tenemos que erradicar y enfrentar.
Considerando esos aspectos, ¿cuando una aspirante hace campaña en qué puntos debe incidir?
En primer lugar, deben tener muy claro que van a enfrentar ataques propios de su condición de mujer, deben estar totalmente preparadas para enfrentar los ataques, responderlos, salir adelante y eso es algo que se puede entrenar. El prejuicio respecto a las mujeres se transforma, en el caso de las campañas, en distintos tipos de frases o asociaciones de imágenes que intentan perjudicarla. Lo segundo es que las campañas de mujeres tienen que apropiarse de aquel factor de género que las hace más confiables, mejores servidoras públicas, más disponibles a apoyar al prójimo, y eso es un poco la extensión de lo que ha sido la experiencia de las mujeres en las organizaciones sociales, volcar esa experiencia que ha sido muy fuerte en toda América Latina, incluyendo Bolivia, creo que eso es muy valioso.
¿Cuáles son los principales ataques dirigidos contra las mujeres y quién los alienta?
Hay varios, no solo por hombres sino por mujeres; el primero es una
hipotética debilidad; el segundo, que detrás de una mujer siempre hay un
hombre que la manipula de alguna manera; tercero, que aquella persona
está dejando de abordar tareas como la vida familiar, etcétera; cuarto,
se le hace una serie de consultas o preguntas que son enteramente
impropias y que a los hombres no se les hace respecto a su imagen, al
uso del tiempo libre, a su relación con su pareja. Hay muchos temas que
se les plantea a las candidatas y que no se les plantearía jamás a los
aspirantes, por ejemplo, cómo van a hacer con el cuidado de sus hijos.
Es algo que se les pregunta a las candidatas, pero jamás se le pregunta a
un postulante cómo está asumiendo su responsabilidad paternal. Ese tipo
de ataques son muy sistemáticos, a veces hay una actitud muy agresiva a
las mujeres en campaña, pero cada uno de estos ataques abre una gran
oportunidad para poder salir adelante.
En Bolivia, con la ley de paridad, la mujer ha logrado
espacios en toda la estructura del Estado, ¿qué nos puede decir al
respecto?
Tengo una visión muy positiva sobre la transformación del rol de la mujer en Bolivia, no solo por el espacio institucional que ha ganado, sino porque las mujeres indígenas tienen una visibilidad en la vida pública del país extraordinaria; eso me parece muy valioso porque no siempre es así, estamos hablando de cambios que me parecen muy contundentes. En Chile no es paritaria, estamos avanzando en cuotas en las listas partidarias, un avance que a mi juicio es lento, pero se avanza en un momento de cambio muy grande y uno de esos signos es el rol de la mujer en la vida pública y política.
En Bolivia, de los nueve binomios, solo uno lleva como candidata presidencial a una mujer. ¿Qué opina?
No quiero pronunciarme por qué ocurren estos casos, sin embargo, me parece que hay que tener conciencia o visión de largo plazo; en qué punto estábamos hace 10 o 20 años y hacia dónde avanzamos, porque hace unos años la participación femenina era impensable.