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Por tercera vez, Tomás Monasterio está en clave “campaña”. A diferencia de las otras dos ocasiones en que postuló a la Cámara de Diputados —primero con Plan Progreso para Bolivia Convergencia Nacional (PPB-CN), en 2009, y después con la alianza Unidad Demócrata (UD), en 2014—, en esta ocasión aspira a llegar al Senado de la mano de Bolivia Dice No (21F).

El candidato a la primera senaduría por Santa Cruz señala que de permanecer en el Legislativo, uno de sus principales objetivos será luchar contra el narcotráfico.

¿Cuál es su formación y recorrido profesional?
Estudié Ciencias Políticas, tengo una carrera política de más de 10 años como diputado uninominal por dos gestiones, primero por la circunscripción 53 y luego por la 46, que es la zona más populosa y grande del departamento de Santa Cruz, un sector muy parecido a El Alto que se llama Pampa de la Isla.

Llevo un trabajo de 10 años entregando mi juventud y compromiso para servir a Santa Cruz y a Bolivia, y hoy tengo el desafío, por primera vez, de aspirar al Senado nacional en representación de la zona más populosa, de las personas de los barrios, algo que me impulsó a tomar la decisión de acompañar esta fórmula ganadora que genera una perspectiva de futuro para la gente.

¿Cómo se consolidó esta candidatura?
Tenemos un sistema democrático interno, partidario, que permite que las estructuras de base propongan las candidaturas y, de esa manera, fui honrado con la propuesta de las estructuras tanto orgánicas, departamentales como sectoriales que impulsaron mi candidatura; agradezco esta oportunidad que permitió que por primera vez en la historia alguien que viene de la ciudadela vaya a ocupar un cargo en el Senado nacional. Esto es algo histórico, en los 59 años de vida de Pampa de la Isla seré el primer pampeño que ocupa un sillón del Senado nacional, representando a los empresarios y otros sectores. Obviamente para mí este es un motivo de mucho agradecimiento, pero también de mucha responsabilidad, ya que más allá de actuar en función de la oposición, debo luchar por problemas que son comunes, que trascienden los colores y las ideologías.

¿Qué le dijeron en su familia por la nueva candidatura?
Nunca tomé una decisión política en función a qué es lo que me conviene en el carácter personal, siempre tomé decisiones en función de lo que me corresponde, de dónde voy a servir a mi país. Cuando tuve el anuncio por parte de Óscar Ortiz (candidato a la presidencia de Bolivia Dice No) y don Rubén Costas Aguilera (Gobernador de Santa Cruz), en mi familia la primera reacción fue de preocupación porque saben que mi lucha continúa. Mi familia fue víctima directa del narcotráfico, tuvieron que cambiar toda su forma de vida por las denuncias que realicé los últimos años; hubo algo de preocupación porque saben que no voy a entrar a calentar el asiento, ni tampoco a perderme en un cargo, sino entregaré lo máximo para acabar con el narcotráfico en el país.

¿Qué propone para Santa Cruz?
Hay una deuda histórica, no solamente con Santa Cruz sino con toda Bolivia, que es el tema de la aplicación de los datos que establece el último censo poblacional. Hay poblaciones donde los recursos que se perciben no van en la misma concordancia ni la misma realidad con el nivel poblacional que existe en cada región y este es un tema muy sensible porque de esto nace la programación de seguridad, ya que no hay el personal policial que debería existir en cada departamento. En el tema de salud exactamente lo mismo, no hay ítems para los médicos profesionales que requiere la población. En el tema de la educación, hay colegios que pagan 100 bolivianos mensuales para cubrir los ítems que deberían ser cancelados por parte del Estado. Entonces, una de mis prioridades es el tema de la regularización de las autonomías en la construcción de un pacto fiscal que permita mayor cantidad de recursos a los niveles subnacionales para la ejecución de obras y gestión para nuestra gente, esa es una bandera que vamos a asumir.

La bandera sigue irrenunciable, mi lucha contra la corrupción y contra el narcotráfico. Vamos a tomar acciones puntuales y concretas sobre estos temas. Otro tema irrenunciable es la lucha contra los desmontes. Hace tiempo denunciamos que empresas chinas le están haciendo daño ambiental a Santa Cruz, también denunciamos el tema de chaqueos sin control que se estaban realizando en distintas zonas de Santa Cruz, y el tiempo y los hechos nos dieron la razón. Cuando salimos a denunciar estos temas hubo un montón de críticas; obviamente no se toman con atención las denuncias que uno realiza y lo que está pasando en la Chiquitania es parte de lo que denunciamos a su tiempo.

¿Y qué plantea para el país? ¿En qué trabajará?
Su medio de comunicación, un medio estatal, puede darse cuenta que lo que diré es cierto: yo he encarado la lucha contra el narcotráfico de manera implacable y enfrenté organizaciones criminales verdaderamente poderosas, por eso recibí amenazas de muerte, acciones que trataban de evitar mis labores desde el parlamento como diputado nacional. Mi compromiso es erradicar el narcotráfico en Bolivia, pero para poder hacerlo apunto a la silla del Senado porque me permitirá mayor escenario para actuar y acabar con estas prácticas, que son uno de los motivos por los que aumenta la inseguridad y la delincuencia en todo el país, no mira colores políticos, sino destruye. No soy un político de escritorio ni de corbata. Tengo los zapatos sucios por recorrer los rincones de Santa Cruz y de Bolivia. Nuestro compromiso es poder dar un paso más allá. La propuesta que tiene Óscar y que tenemos como partido de poder mirar la construcción de una Bolivia del futuro es algo posible; el llevar nuestra imagen y la apertura de nuevos mercados es algo prioritario para poner nuevamente a trabajar a Bolivia. Es un tema absolutamente necesario, es una situación económica que lejos de reflejar las cifras y bonanza económica que se nos pintan, en los hechos concretos la población tiene que hacer magia para llegar a fin de mes y creemos que hay la necesidad de potenciar nuevas propuestas, nuevas ideas por parte de los jóvenes. Si somos gobierno, vamos a garantizar un país de oportunidades, trabajo y con esperanza para el futuro.