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Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: sábado 17 de marzo de 2018
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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“Ha empezado a conformarse un bloque nacional democrático”
Del Granado afirma que el 21F es como un
“elemento revelador” que da cuenta, por ejemplo, “del agotamiento del
MAS”. “El 21 de febrero está marcando un momento de cambio de sentido
común”, afirma.
Juan del Granado, exalcalde de La Paz, sostiene que ha empezado a
conformarse un bloque nacional democrático, cuyo punto de partida es el
referendo del 21 de febrero de 2016.
“El 21 de febrero es una especie de elemento revelador de al menos
cuatro elementos a su vez centrales. El primero es el agotamiento del
MAS”, afirma Del Granado.
El exalcalde agrega: “Este proyecto que empezó hace más de una década se
ha agotado, se ha vaciado de sus contenidos. No es el momento aún de
evaluar las luces y las sombras, pero más allá de que ambas que
existido, es un proyecto estatal que se ha agotado por el vaciamiento;
se han vaciado los contenidos éticos, democráticos, institucionales, e
incluso se han vaciado contenidos de carácter indígena y
plurinacional”.
El 21F, según el entrevistado, también revela la conciencia
democrática estructural de la gran mayoría de los bolivianos que
concurren a ese evento y que luego lo defienden; y da cuenta, además,
que no se han resuelto los problemas medulares del país (el empleo, la
inseguridad, la corrupción…).
El agotamiento del que habla Del Granado –dice– da lugar a la
formulación de nuevas propuestas, de nuevas alternativas, “de nuevos
momentos estatales porque Bolivia no se pueden agotar con el agotamiento
del MAS”.
El político afirma que tiene simpatía por el bloque nacional
democrático, por la disidencia indígena originaria (por ejemplo la
liderada por Damian Condori o de los orginarios de tierras bajas), por
los Demócratas de Rubén Costas; pero dice que sus mayores simpatías
están vinculadas a SOL.bo y a Luis Revilla.
¿Cómo observa el escenario político? ¿Qué es lo que principalmente revela el 21F?
El 21 de febrero está marcando un momento de cambio de sentido común y
por lo tanto estamos hablando del agotamiento de una fase estatal y sin
duda estamos viendo el anuncio de otra que viene por delante. Hay una
otra proyección del 21 de febrero. El decurso del 21 de febrero del año
2016 generó un cambio en la correlación de fuerzas. El MAS se ha
convertido en minoría electoral.
¿Qué diría para graficarlo más? El bloque gubernamental, el bloque
populista ha empezado un proceso muy visible de desagregación, de
debilitamiento y decadencia, para repetir las palabras de nuestro
Vicepresidente y por otro lado el 21 de febrero, con motivo de esta
modificación de la correlación de fuerzas ha aparecido una mayoría
ciudadana en contra del Gobierno, pero sobre todo ha empezado a
conformarse un bloque nacional democrático.
La nueva correlación de fuerzas está gráficamente expresada en una
minoría estatal gubernamental burocrática, poderosa, pero una minoría
ciudadana; y por otro lado una mayoría ciudadana que empieza recién a
articularse y a conformar un bloque nacional democrático.
Teniendo en cuenta el agotamiento del que habla ¿hay lugar para una visión optimista?
No es éste el primer agotamiento que vivimos en el país. Se agotó el
Estado del 52. El Estado del 52 no pudo resolver los problemas
estructurales del país. Después de esto, mucho menos las dictaduras, que
no constituyen un periodo, una forma estatal, pero sí fue una forma de
dominación.
Después viene el periodo neoliberal, que duró 20 años y que se consumió
al extremo de que el país, la comunidad de la cual se había divorciado
la conducción gubernamental, se agotó de tal manera que el
distanciamiento entre Estado y sociedad fue definitivo al punto que el
año 2003 la sociedad lo metió a Gonzalo Sánchez de Lozada a empujones a
un helicóptero.
Hablo de 70 años en los que hemos tenido dos, tres agotamientos y el
país no se ha agotado, tuvo las energías suficientes para relanzar
propuestas, otro tipo de soluciones e ideas, otros líderes y esto es lo
que va a ocurrir ahora; por eso mi visión es optimista.
¿Cómo se puede construir un bloque democrático y evitar las alianzas fallidas?
El elemento que tiene que consolidar el bloque democrático es la defensa
del voto popular, la defensa del 21 de febrero, el restablecimiento
pleno de la vigencia constitucional, hoy día rota por ya no solamente
el autoritarismo y el hegemonismo, sino rota por el prorroguismo.
Entonces, el bloque democrático tiene su base, su sustento y su razón
de despliegue, y por tanto de consolidación, en la defensa del voto del
voto popular del 21 de febrero.
Pero es obvio que de ese componente hay que desplegar los componentes del 21 de febrero ¿Cuáles son? La unidad y la renovación.
Cuando hablo de la unidad habló de la unidad que tenemos que labrar,
consolidar, proyectar en el territorio de país: de oriente a occidente,
incluido el sur.
Cuando hablo de unidad hablo de unidad de los sectores sociales: las
clases medias no pueden ir separadas de la disidencia indígena
originaria, que cada vez es más vigorosa. Te hablo entonces de una
unidad social; y sin duda tenemos de hablar de una unidad política: los
partidos no pueden ir divorciados de las emergencias ciudadanas, de los
nuevos liderazgos, pero en ningún caso hablo, pensando en esta visión
de los contenidos del 21F y de las proyecciones de esos contenidos, de
la juntucha de partidos que se reúnen meses antes de la elección.
El otro componente es la renovación y cuando hablo de renovación no
solamente hablo de la renovación de los liderazgos. Yo soy un promotor
de la renovación. Fui 10 años Alcalde y podía quedarme 10 años más, pero
ahí está Lucho Revilla, a quien promovimos para que él encabece la
continuidad, pero sobre todo la renovación.
Esta es la renovación, renovación programática, renovación moral ,
renovación ideológica, pero también, claro, renovación de liderazgos.
Estos son los elementos que explican el 21 de febrero.
¿Cómo deberá definirse el candidato del nuevo bloque?
No, el bloque nacional democrático no se va a constituir en base a
candidaturas; emergió con el 21 de febrero y su consolidación está
cifrada en la posibilidad de derrotar al prorroguismo, restablecer la
vigencia de la Constitución, echar abajo por todos los medios
democráticos posibles lo que denominé el fallo infame del 21 de
noviembre.
¿Cómo se hará para encontrar puntos de encuentros con los colectivos ciudadanos, que desconfían de los partidos?
El bloque nacional democrático tiene tres grandes vertientes. La
vertiente ciudadana, que es preferentemente urbana; la vertiente de la
disidencia indígena originaria y la vertiente político-partidaria.
Tienen dificultades para confluir pero están obligadas a hacerlo si es
que son consecuentes con la defensa de la Constitución, del voto popular
y, a partir de ello, de la dirección estatal que a esa defensa hay que
darle porque se agotó el proyecto estatal del MAS. Entonces, hay que
iniciar la construcción de un proyecto alternativo.