El último domingo, cuando la magnitud de los incendios en la Chiquitanía boliviana ya motivaron dramáticos llamados de auxilio de las regiones afectadas, el presidente Evo Morales cumplía labor proselitista.
Fue la mismísima Agencia Boliviana de Información (ABI) la que difundió las fotografías en las que se ve al jefe de Estado como parte de una caravana ciclística que cubrió el trayecto entre Sacaba, Cochabamba, Colcapirhua y Quillacollo, en Cochabamba. Aunque se la presentó como “bicicleteada de la integración”, fue una actividad política tanto por los discursos pronunciados como por las características de la caravana que estaba integrada por militantes del Movimiento Al Socialismo (MAS) que lucían poleras con los colores de ese partido y la leyenda “Evo Álvaro y pueblo presidente” (sic). Otro detalle llamativo de ese día es que en la bicicleta del gobernante había una placa, imitando una matrícula oficial, con la leyenda “2025 Evo”, tema sobre el que escribiremos en otro momento.
Como fue en domingo, no se puede criticar, ni a Morales ni a quienes le acompañaban, de estar realizando campañas políticas en horario de trabajo. Lo que llama la atención de lo ocurrido es la profusa difusión que el hecho tuvo a través de los medios estatales. Es más… la mayoría de los diarios que no son de Cochabamba se enteraron de la caravana debido a que la ABI subió varias fotografías a su cibersitio oficial.
Entonces, sí hubo funcionarios involucrados en el hecho ya que la Agencia Boliviana de Información es una institución estatal con personal cuyo sueldo es cubierto con recursos fiscales. Si hubo gente de la ABI trabajando ese día, y cubriendo, directamente o indirectamente, la caravana, la Ley General del Trabajo impone que se le pague jornada doble, por haber trabajado en domingo.
Pero la utilización de bienes del Estado para la promoción política del presidente no se limita a esta agencia que. En realidad, todos los medios estatales —que se multiplicaron por decenas— están al servicio de la campaña del MAS y su binomio presidencial.
Las fotos de la “bicicleteada” fueron criticadas porque, además, mostraban indolencia frente a lo que estaba ocurriendo, ese mismo día, en la Chiquitanía boliviana: el fuego estaba consumiendo miles de hectáreas.
Ayer, a través de medios estatales, volvió a reportarse una “bicicleteada”, de un grupo de personas autoidentificadas como indígenas ecuatorianos quienes, según los envíos, habrían llegado desde Quito, en bicicleta, para expresar su apoyo a Evo Morales. Fotografías de su llegada fueron enviadas a las cuentas que funcionarios crearon para emitir información gubernamental. Por la noche, sobre las 20:00, la ABI subió una foto en la que se ve al grupo en su visita a la Cancillería del Estado. Los envíos incluyen una carta de apoyo al jefe del Estado boliviano firmada por una persona que dice ser presidente de la Coordinadora Nacional Campesina Eloy Alfaro. Una vez más, la información emitida por funcionarios con sueldos pagados con recursos fiscales, y a través de medios estatales, tiene fines políticos y pretende reforzar la campaña gubernamental.
Y mientras se hace mal uso de bienes del Estado, la Chiquitanía sigue ardiendo.