Camilo Katari
El candidato de Comunidad Ciudadana, Carlos de Mesa, desde hace más de dos meses que está inmerso en un sospechoso silencio sobre las denuncias que pesan en su contra, que van desde haber cobrado 1,2 millones de dólares para aceptar ser candidato de Goni en 2002, el cobro mensual de 100 mil dólares de los gastos reservados y los millonarios depósitos que se hicieron a la red televisiva PAT cuando fungía como accionista del medio de comunicación y vicepresidente de la República.
Y para colmo después de lo mojado, llovido, ya que los últimos datos de encuestas lo ponen en una difícil situación porque cae en las encuestas. La última encuesta nos muestra que Evo Morales le saca 17 puntos a De Mesa; según esa encuesta Morales obtiene 39,1% por encima de De Mesa que suma 22%; y Óscar Ortiz, de Bolivia Dice No, que obtiene 9,5%.
Volviendo al tema del dinero, el cobro por su candidatura volvió a la actualidad después de la publicación del libro El caudillo ilustrado, de Emilio Martínez, en el que se recoge el testimonio de Mauricio Balcázar, exministro de Información y yerno de Sánchez de Lozada, quien asegura que De Mesa aceptó ser postulante previo pago de recursos.
Asimismo, la periodista Amalia Pando (que trabajó junto a De Mesa en PAT) leyó en un noticiero una denuncia en la cual se revela que De Mesa recibió 100 mil dólares de gastos reservados cuando era vicepresidente. En 2004 dispuso de 54,54 millones de bolivianos en la partida de gastos reservados, de libre disponibilidad y manejo arbitrario.
Y cuando ya era presidente ordenó quemar los informes de los gastos reservados, de unos 1.480 millones de bolivianos entre 1990 y 2005. ¿Por qué un historiador como Carlos de Mesa ordenó la quema de documentos?, ¿en qué emplearon los gobiernos neoliberales los gastos reservados?
Aquella versión de un supuesto complot contra la candidatura presidencial de De Mesa es más bien el silencio del opositor ante las denuncias de corrupción, es lo que erosiona su apoyo electoral. Mesa cree que existe una ‘guerra sucia’ y que todos esos son ataques, mentiras, calumnias, pero sobre la denuncia de haber cobrado 1,2 millones de dólares para sellar una alianza con el exmandatario Gonzalo Sánchez de Lozada “no responde”.
Ante ello, los voceros de Comunidad Ciudadana pasaron a la ofensiva, ya que enjuician a un periodista/escritor e impulsan, con el apoyo de medios de difusión afines, un cambio de agenda pública para que la ciudadanía olvide las denuncias contra Carlos de Mesa y empiece a hablar de otros temas, como la compra de muebles para instituciones públicas o el precio del gas.
Pando expresó su deseo de que “De Mesa dé una conferencia de prensa y nos cuente qué ocurrió en esos días” (es decir en 2002, sobre la recepción de gastos reservados).
Es un imperativo, de cara a la población, que el candidato de Comunidad Ciudadana, Carlos de Mesa, explique si fue ético cobrar millones para ser ‘vice’ de Goni y beneficiarse de publicidad gubernamental en un claro conflicto de intereses. Los electores esperan explicaciones, pero por ese silencio de estos señores como De Mesa, se aplica el dicho que quien calla, otorga.