Medio: Nuevo Sur
Fecha de la publicación: viernes 16 de agosto de 2019
Categoría: Consulta previa
Subcategoría: Consultas en materia hidrocarburífera
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La Reserva de Tariquía es tan importante para nuestro Departamento, como lo es el agua para la vida, precisamente porque es nuestra única fuente de lluvia y porque sin la misma nuestra tierra terminaría siendo un desierto y como todos los desiertos un campo yermo, sin pobladores, sin esperanza y en medio de la nada. Nuestra existencia como Pueblo, la esencia de nuestra cultura y la identidad que se ha construido en la relación de nuestra gente con la naturaleza, dependen demasiado de preservar ese patrimonio natural y ese rincón del mundo que lo es todo para quienes tienen raíces y cariño por esta heredad. La marcha que viene desde Chiquiacá llegará a Tarija alrededor del 20 de agosto y se planea efectuar un Cabildo Abierto a objeto de que la población se pronuncie sobre la explotación de hidrocarburos en esa Área Protegida, preocupa la obstinación del Gobierno Nacional y su afán por intervenir en la zona, no olvidemos que está en debate la conservación de la biodiversidad de una región que abarca 246.000 hectáreas, cuya riqueza incluye 808 especies de flora y 406 especies de fauna. Su preservación involucra el respeto a su condición de Reserva Natural y a la importancia que tiene no solo para los pobladores de la misma, sino para todos los tarijeños. La explotación de Hidrocarburos es una de las actividades extractivas que más impacto ecológico genera, conlleva la utilización de dinamita que puede ocasionar la confinación de acuíferos, también deforestación porque se tala el bosque para hacer espacio a los pozos, campamentos y trochas, implica además nuevos asentamientos humanos sean legales o ilegales, que ocasionan a su vez mayor contaminación y daño ambiental, es necesario recordar que la experiencia es muy negativa en nuestro Departamento sobre los impactos de la actividad petrolera, no solo en términos ambientales sino también económicos. En la provincia Gran Chaco los campesinos y ganaderos han sido muy afectados durante estos años por la contaminación de ríos y quebradas, la explotación de alrededor de 350 pozos en el Subandino Sur, ha tenido efectos devastadores por el vaciado de combustibles, arrojo de basura, la contaminación de aguas superficiales y subterráneas e inclusive derrames de petróleo y emanaciones de gas. En el año de 1999 por ejemplo, el pozo N° 8 del Campo Petrolero “Los Monos”, en la Serranía del Aguaragüe, filtró petróleo y gas causando la extinción de toda forma de vida alrededor del pozo y a lo largo de 18 kilómetros de la quebrada que lleva el mismo nombre y desemboca en el río Pilcomayo. En materia económica el “boom” del gas no ha generado el desarrollo ansiado, al contrario se tienen serias observaciones sobre el despilfarro que se hizo de los recursos, la corrupción y la falta de priorización del gasto público que ha generado una dependencia casi absoluta a la Rentas Hidrocarburíferas y muy poco desarrollo económico. Sacrificar el pulmón de Tarija y su principal reservorio y fuente de agua, no parece una idea atractiva para la opinión pública, es necesario que el Gobierno Nacional escuche a la gente, porque esta problemática es muy sensible, precisamente porque los perjuicios que puede generar la explotación de Tariquía superan en mucho a los hipotéticos beneficios que se podrían obtener, no está en discusión solamente el habitad para el Oso de Anteojos, el Tapir o el Jaguar, sino también el hogar de los que vivimos en este valle y queremos seguir haciéndolo.