Medio: Ahora el Pueblo
Fecha de la publicación: miércoles 07 de agosto de 2019
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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Repetimos que ya es un esfuerzo vano tratar de entender las razones para estas amenazas, primero y luego paros que alteran el cuidado de la salud, que paradójicamente dicen defender. Pero habrá afirmar que las autoridades estatales han sido muy tolerantes con una actitud de los médicos abiertamente de oposición política, basada en el apoyo que recibió para detener la vigencia del nuevo Código de Procedimiento penal.
La COB, que es el máximo órgano de representación de los aportantes a la Caja Nacional de Seguridad Social, ha realizado advertencias que, dada la insistencia del gremio médico, tiene que aportar parte de la solución a este permanente chantaje de la representación médica, porque en definitiva es su papel defender los intereses y derechos de sus afiliados, en este caso del derecho a la salud.
La autocalificación de “pensadores que saben leer” realizada por Luis Larrea ya no cabe para clasificar las irracionales actitudes que perjudican a la población que requiere atención médica. La evidencia de los paros solamente confirma que no existen médicos pensadores, por lo menos entre los dirigentes, y peor que las lecturas que tienen les permita comprender que sus medidas son rechazadas por la mayoría de bolivianos y bolivianas.
En este escenario electoral, que es la consolidación de la democracia como sistema de convivencia social, todos los actos que alteren este objetivo social se convierten en actos antidemocráticos y de política regresiva a los tiempos de inestabilidad social y económica.
Los bolivianos y bolivianas no podemos dejar de tomar posición respecto a esta costumbre de romper diálogos y volver con el chantaje de los paros, sobre todo los aportantes a la CNS, porque oponerse a la construcción de hospitales es casi un crimen de lesa humanidad.
Los médicos han estudiado la biología del cuerpo humano, no la estructura social del Estado; en estos términos, tienen poca capacidad para dar lecciones de ordenamiento legal y aplicación de medidas que beneficien al pueblo; este es el límite de su capacidad de “pensar y leer”.
Si vemos el contexto político de la oposición antidemocrática, encabezada por algunos Comités Cívicos y otras pequeñas organizaciones que amenazan con una “huelga general indefinida”, no podemos dejar de lado el alineamiento del Colegio Médico con esta posición, que pretende interrumpir la gobernabilidad y estabilidad económico-social que se ha construido en estos últimos 13 años.
La defensa de derechos conquistados es una tarea fundamental para el pueblo organizado, por ello será un imperativo la resistencia a esas actitudes antidemocráticas que forman parte de una estrategia conspirativa contra el proceso electoral y el propio Gobierno.
*Historiador de Potosí