Medio: Los Tiempos
Fecha de la publicación: viernes 09 de marzo de 2018
Categoría: Conflictos sociales
Subcategoría: Problemas de gobernabilidad
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Resulta que los medios más importantes del Eje Central publicaron videos, audios, fotos y textos, ”testimonios válidos” tomados de las fuentes que son las redes sociales e internet entre ellos el más popular Facebook, de modo que pudieron traslucir suficientes pruebas de la magnitud del movimiento popular de aquel memorale 21 de febrero pasado.
Analistas serios, directores de LT, El Deber, El Dia, Carlos Mesa, Carlos Valverde, Cayo Salinas, Alvaro Puente, Lupe Cajías para citar algunos, expusieron sus conclusiones de lo visto en Bolivia.
1.- Se trató de manifestaciones espontáneas, generalizadas, extendidas por toda la geografía.
2.- Los protagonistas conformaron un universo notable de participación masiva. Mujeres y hombres, jóvenes y adultos, estudiantes, trabajadores, campesinos sin distinción alguna.
3.- Además del paro general inobjetable, todo el movimiento fue pacífico y hasta ordenado.
4.- Nunca antes en nuestra historia republicana había sucedido algo semejante, singular, incontrastable.
Lo anotado está en los grandes diarios. Este cronista tuvo el cuidado se contar hasta 43 artículos y comparar con la acción oficialista del partido de Gobierno el MAS, con acarreo de manifestantes en transportes del Estado, bajo la presión del control individual de su asistencia, con amenaza de sanciones disciplinarias, con gratificación monetaria, comidas y bebidas, propaganda a granel, etc., etc., de tal modo que cuando el Jefe de Estado Evo Morales o su Vice García Linera, o su Gobernador Canelas salen al frente y no toman en consideración los hechos factibles, están cerrando los ojos, ninguneando a una ciudadanía indignada porque su accionar es un claro mensaje de respetar el 21F que no admite la prolongación de su permanencia indefinida en el Poder.
Imposible no hacer caso de una jornada así, que ha llamado la atención en el mundo entero por cuanto llena de admiración y respeto que la sociedad boliviana hubiese logrado tal grado de cohesión y de coordinación, que utilizando las redes sociales estructura primero el Paro Nacional y luego una tenaz resistencia ”in situ” a los grupos provocadores y a la misma PolicÍa que en forma aislada intentó desbaratar tamaño esfuerzo. Todo eso, se podría afirmar, sin un liderazgo determinado.