Medio: La Razón
Fecha de la publicación: miércoles 28 de agosto de 2019
Categoría: Representación Política
Subcategoría: Democracia paritaria
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El avance de los derechos de las mujeres está garantizado en el programa del MAS.
La Razón (Edición Impresa) / Sonia Brito es diputada nacional del MAS
00:00 / 31 de julio de 2019
El país no estuvo exento de esta distribución selectiva de mujeres blancas, letradas y ricas en los pocos espacios políticos femeninos de los órganos Ejecutivo, Legislativo y Judicial; pero el carácter pluricultural de nuestro país se impuso con la primera mujer de pollera en el parlamento, Remedios Loza, que osó ocupar una curul que había sido destinado siempre para varones de las oligarquías.
La conciencia identitaria de una Bolivia indígena, campesina y originaria en el pueblo boliviano promovió el liderazgo de Evo Morales como el guía indiscutible de las grandes mayorías, y en él se condensaron y resumieron todas las luchas del pueblo oprimido durante décadas.
Con la lucidez de un estadista, Evo lideró la transformación de lo injusto hacia el resarcimiento de la deuda histórica con los excluidos y promovió su presencia en el poder. De ahí que indígenas, campesinos, obreros, mujeres, jóvenes, empezaron a ser parte del nuevo poder de las mayorías populares; de ahí que la inclusión masiva de mujeres fue considerada por el Presidente como algo natural, lo que apoyó el vicepresidente Álvaro García. Bolivia en 13 años avanzó en conquistas para las mujeres, lo que no se hizo en décadas de postergación femenina en dictadura y en democracias neoliberales.
Hasta 1982, no obstante, la lucha del movimiento femenino no pasaba del 10% de mujeres en el parlamento, principalmente suplentes. Desde 1997, con la Ley de Cuotas que obligaba a que un 30% fueran mujeres, se logró un avance, aunque continuaban en suplencias. Y sólo la conciencia y la voluntad política del MAS en la Asamblea Constituyente logró que en la nueva Constitución se constitucionalicen los derechos de las mujeres, lo que se reprodujo en la Ley de Régimen Electoral con la paridad y alternancia, y se consolidó con la ley 1096 de Organizaciones Políticas (1 de septiembre de 2018).
Las mujeres del pueblo: obreras, campesinas, maestras, intelectuales y jóvenes fueron constructoras del Estado Plurinacional, tanto en la Constituyente como en el Ejecutivo y, con mayor fuerza en paridad, en la Asamblea Legislativa Plurinacional, como en las Asambleas de departamentos y concejos, logrando el expectante primer puesto en Latinoamérica y segundo en el mundo en tener 51% de mujeres en su parlamento.
En esta nueva gestión de gobierno, se ha institucionalizado el avance de la despatriarcalización y la descolonización; los partidos están obligados a tener candidatas, lo que lleva en algunos casos a usar demagógicamente el discurso de género en partidos de la oposición. En tanto que en otros, como UCS, partido que postula a Víctor Hugo Cárdenas, hay no solo una postura regresiva, sino reaccionaria y conservadora, pues plantea limitar el derecho de las mujeres.
En cambio, en el MAS, en la reunión de la Conalcam del 6 de julio, se mostró el liderazgo político de las mujeres; no solo por su masiva participación, sino por propuestas trabajadas en los 9 departamentos, donde el programa del MAS asume un carácter más social, femenino y joven.
Las mujeres en el MAS demostraron que son capaces no solo de debatir sobre los “clásicos temas de mujeres”, sino también sobre economía, política, medio ambiente, etc; así como saben tomar decisiones con voz propia. Así, la Alianza de Organizaciones Sociales de Mujeres por la Revolución Democrática y Cultural, que aglutina a la mayoría de las organizaciones del país en el marco de la “Agenda de Despatriarcalización”, trabajada desde 2018. En el evento no solo presentó 12 propuestas desde la despatriarcalización, sino también que la Agenda del Bicentenario con sus 13 pilares fue enriquecida con sus propuestas de despatriarcalización.
Con el aporte de la Comunidad de Mujeres Urbanas Adela Zamudio se sistematizaron las propuestas de la Agenda de Despatriarcalización para incorporarlas a la Agenda del Bicentenario: 1. Erradicación de la Pobreza y Despatriarcalización; 2. Universalización de los servicios básicos y derechos de las mujeres; 3. Un ser humano integral con derechos iguales para las mujeres; 4. Soberanía científica con identidad propia e igualdad de oportunidades; 5. Soberanía comunitaria financiera libre del capitalismo, colonialismo y patriarcado; 6. Soberanía productiva con diversificación, desarrollo y equidad de género; 7. Soberanía de nuestros recursos naturales desde los derechos de la Madre Tierra; 8. Soberanía alimentaria y derechos de las mujeres; 9. Soberanía ambiental con desarrollo integral y despatriarcalización; 10. Integración complementaria de los pueblos con equidad y soberanía; 11. Soberanía, transparencia e igualdad de oportunidades en la gestión pública; 12: Una sociedad justa y equitativa y 13. Reencuentro soberano con el mar.
El avance de los derechos de las mujeres está garantizado en el programa del MAS. La creación del Servicio Plurinacional de la Mujer y la Despatriarcalización y el Gabinete contra la Violencia a la Mujer y los Niños Ana María Romero, serán las instancias encargadas de transversalizar el enfoque de despatriarcalización en los programas, planes, proyectos y presupuestos del nivel central y de los gobiernos subnacionales, lo que garantiza no solo una paridad aritmética en espacios legislativos y de gestión, sino logros sustantivos, reales y estructurales que permitirán una Bolivia con vigencia plena de derechos para las mujeres.