La Ley Electoral Departamental está quedando hecha unos zorros con tanta mezcla de criterios y saltándose las leyes de referencia en función de la voluntad de un solo partido, la del Movimiento Al Socialismo (MAS), pero de entre todo, cabe destacar el avance en un aspecto, el de la paridad de género también en los órganos ejecutivos.

Probablemente la Ley Electoral Departamental tenga un recorrido constitucional corto, puesto que se están saltando varios preceptos, como el de la actualización de los datos de distribución de curules a las cifras del censo de 2012; el de la distribución de asambleístas por población en circunscripciones provinciales, como dice el Estatuto, y no municipales; o la delegación de la definición de las mencionadas circunscripciones al Órgano Electoral Plurinacional. Ni qué hablar del tema de Subgobernadores, que se trata de imponer por encima de la resolución del propio Tribunal Constitucional y del que nadie quiere hacerse cargo.

Lo probable es que la Ley no se llegue a aplicar, dejando en incertidumbre la convocatoria electoral de aquí a cuatro meses, que quedará en manos de la Asamblea Plurinacional y que normalmente se atendrá a las normas específicas, resolviendo así la incapacidad de los asambleístas tarijeños, que hasta la fecha no han querido asumir la responsabilidad y han jugado a esconderse. El máximo órgano de la autonomía dejará al centralismo la resolución de sus problemas.

Probablemente la Ley Electoral Departamental tenga un recorrido constitucional corto, puesto que se están saltando varios preceptos como el de aplicar el censo vigente o la propia resolución constitucional

El único punto por el momento positivo ha sido la consolidación de la paridad también en la dupla ejecutiva. El Estatuto prevé la elección de un Gobernador y un Vicegobernador que se presentan en dupla, la Ley incluye ahora que uno de los dos deba ser mujer.

La inclusión ha costado esfuerzos, porque la mayoría del Movimiento Al Socialismo había negado esta posibilidad, alegando que eso no figuraba en la Ley Nacional 026, de referencia en el asunto. La excusa no dejaba de ser curiosa vista la cantidad de decisiones que se iban tomando al margen de la mencionada Ley e incluso saltándose las resoluciones del Tribunal Constitucional.

El asunto tiene que ver con la propia conformación de Tarija y una especie de rancio machismo que se resiste a desaparecer. La lógica electoral lleva a pensar que la dupla ideal es uno del valle central y otros del Chaco, tal cual en las duplas nacionales se suele optar por paceño + cruceño. Por alguna extraña razón, los asambleístas resistentes solo veían hombres como probables candidatos.

La inclusión de la paridad en la dupla ejecutiva es pionera  en lo nacional, donde también por motivos coyunturales se niega sistemáticamente esta posibilidad. La oposición en algún momento dijo que era para cuidar la dupla Morales – García Linera, pero lo cierto es que el resto de las principales candidaturas opositoras optaron también por una dupla hombre – hombre: Mesa – Pedraza, Ortíz – Rodríguez, Cárdenas – Peinado, Lema – Untoja, etc.

Siempre que se habla de políticas de cuotas aparecen los críticos que hablan de falsos paternalismos y de lo injusto de la discriminación positiva. Lo cierto es que hasta que no se obligó a la paridad, los legislativos eran fundamentalmente masculinos. Lo cierto es que en Tarija hay una alcaldesa de 11 y ninguna subgobernadora. Lo cierto es que los presidentes de los Concejos Municipales y las Asambleas Departamentales son hombres.

El objetivo de una Ley de cuotas es llegar al momento en el que no sean necesarias, pero por el momento, los ejemplos la justifican.