| |  02 agos 2019 | Ed. Imp.

Si el juez no decide otorgar medidas sustitutivas a la detención preventiva, el otrora dirigente de los transportistas federados de Cochabamba y actual diputado por el Movimiento Al Socialismo (MAS), Lucio Gómez, será encarcelado una vez que se concluya la audiencia de medidas cautelares, que podría ser hoy.

Si eso ocurre, otra alta autoridad estará tras las rejas por los polémicos audios de corrupción y cuoteo político que se revelaron en Quillacollo, municipio que está sumido en una profunda crisis política y económica desde hace más de una década.

El diputado, que apareció después de varios días y se presentó ayer por la mañana ante el Ministerio Público para prestar su declaración informativa, está involucrado en presuntos hechos de corrupción, pero, además, se dice que habría digitado y manipulado la inestabilidad política del municipio quillacolleño.

Prueba de esos supuestos delitos es la existencia de una treintena de audios que la asambleísta de Unidos por Cochabamba (UNICO) Lizeth Beramendi presentó a los medios de comunicación a mediados del mes pasado.

Ahora toca a la justicia investigar este caso y en particular las acciones que habría realizado Lucio Gómez en el municipio de Quillacollo, donde se dice que era quien decidía qué concejal se sentaría en la silla municipal.

Aunque Gómez aseguró que es inocente de todo lo que se le sindica y manifestó que las acusaciones son parte de un plan para impedir que en el futuro sea candidato a la Alcaldía en Quillacollo, la justicia debe llegar al fondo de este caso y actuar con total imparcialidad y, sobre todo, con celeridad.

“Estas denuncias quieren mellar mi dignidad de dirigente, de diputado”, dijo Gómez e indicó que “no voy a permitir que maten mi liderazgo sindical, político, que yo he salido desde abajo”.

Si Gómez es inocente, como asegura, pese a la existencia de más de 30 audios que están en manos de la Fiscalía, no queda claro por qué razón el diputado y exjefe de bancada del partido oficialista no se presentó apenas se lo requirió. Tampoco lo hizo al día siguiente que el Ministerio Público emitió una orden de aprehensión en su contra, el pasado 26 de julio.

¿Por qué esperó al menos cinco días para presentarse y declarar? O es que acaso tenía que aguardar que sus colegas de su partido le soliciten aparecer y afrontar el proceso de investigación.

“El que nada debe, nada teme”, dice un conocido refrán. En virtud a ello, Gómez debió presentarse y facilitar el trabajo de las autoridades judiciales, quienes no solo deberán indagar al diputado, sino a todos los funcionarios que probablemente estén involucrados en estos actos de corrupción.

Asimismo, Gómez está obligado a contribuir en las investigaciones y más si quiere ser candidato en las próximas elecciones municipales, que se prevé se realicen en abril del próximo año.

Quillacollo necesita con urgencia autoridades honestas y que verdaderamente trabajen para solucionar la infinidad de problemas que actualmente tiene. La población no debe ser castigada como lo es desde hace mucho tiempo. 

Por otra parte, cualquier asambleísta, concejal y alcalde, entre otros, está obligado a acudir a la justicia apenas es requerido. Son autoridades que deben dar el ejemplo y no esperar que se emita un mandamiento de aprehensión para hacerlo. Claro, que si tienen culpa, lo más probable es que no lo hagan inmediatamente.