En ocasión del conflicto entre sector de salud y el gobierno, el presidente del Senado Nacional, Lic. Alberto Gonzales, mostró frente a cámaras la Ley del nuevo Código Penal, que en esencia no solo era en contra de los médicos, sino tocaba a todos los profesionales, lo hizo con tanta alegría y seguridad, que la misma tendría una aplicación plena para los profesionales en el área de salud, y naturalmente favorecería a los intereses políticos del MAS. Posterior a ello, ya en pleno conflicto con el sector de salud, dijeron que no iban a modificar y menos abrogar la ley. Pero, en la medida que crecía el conflicto, anulaban algunos artículos y dejaban otros que todavía eran útiles a la tiranía masista. Asimismo, la obstinación extrema de estar de “ñañas” (hermanos, en quechua) con gobiernos de tinte socialista como: Cuba, China, Ecuador, Venezuela y otros, constituye capricho extremo no meditado. El caso de Cuba es un caso especial ya que desde Fidel Castro pedía a los Estados Unidos de América la apertura de las relaciones diplomáticas, y el presidente Barack Obama con una extraordinaria apertura política cedió en algunos aspectos ante el pedido de los cubanos, con ciertas condiciones, como democratizar al país, como requisito fundamental. China se ha constituido en un país, hace ya varios años, con una de las economías emergentes de contenido capitalista. Pero Venezuela y otros, por soberbia y obstinación, siguen con ideas del extinto presidente Hugo Chávez, aunque el pueblo se muera de hambre y dolor.

Otro gravísimo error es no aceptar el resultado del Referéndum Constitucional del 21F de 2016, en cuyo evento ganó el NO a la reelección por tercera vez, con el 51.3 %, y el SÍ obtuvo el 48.7, diferencia altamente significativa desde el punto de vista estadístico. La respuesta a esta derrota, por parte de las primeras autoridades del país, fue declarar que hubo empate técnico, sin tener un concepto claro de lo que significa. Y lo más grave del caso es cuánto le costó al país este referendo, nada más ni nada menos que 51 millones de Bs. Estos y otros gastos insulsos en publicidad política están orientados a enaltecer la actividad del Gobierno del MAS, a través del Min-Comunicación. La reelección indefinida del Presidente y Vicepresidente solo es deseo y voluntad del MAS, y no manda así la Asamblea Constituyente, que señala: el mandato del Presidente y el Vicepresidente es de 5 años, pudiendo ser reelectos por una sola vez. Todas estas acciones muestran al pueblo boliviano que el MAS no está en un estado de borrachera del poder, sino en un estado de intoxicación del poder.

Lo “correcto” y “deseable” sería que las autoridades gubernamentales pidan al TCP la realización de las elecciones nacionales y, si es posible, que los mismos candidatos del MAS ganen, para que se cumpla ese gran deseo del Presidente de gobernar 500 años este país, con sucesión correcta.

En otra intervención desagradable del Presidente, en ocasión del 72 aniversario de la ONU en la Cumbre de 2017 y en presencia del cuerpo diplomático acreditado en Bolivia, le dijo sin ningún reparo al Coordinador de esta institución internacional: “El capitalismo es el enemigo de la humanidad” y posteriormente se firmó un convenio de complementariedad por un monto de 180 millones de dólares para proyectos de desarrollo social (PDS).

El Presidente, el Vicepresidente y sus adherentes políticos han aprendido de manera memorística términos como: “derecha”, “oposición” y otros, y los usan con demasiada frecuencia. Recuerdo que la candidata del MAS a la gobernación, después de su derrota dijo: “la derecha nos ha ganado”, y lo dijo con mucho odio y amargura a la vez.

Para el famoso gasolinazo, casi al comienzo de la primera gestión del MAS, el Vicepresidente dio lectura al decreto supremo en el cual se daba a conocer el impopular incremento en el precio de la gasolina (82%), para fines de anular la subvención a los hidrocarburos. En esta ocasión la autoridad dijo: “Ahora quiero ver a los señores que tienen más de un vehículo”, sin siquiera advertir mínimamente lo que se venía en el futuro. Después de manifestaciones violentas y bloqueos de las Juntas Vecinales (Fejuve), comités cívicos, y otros estamentos, más la activa participación de la población de la ciudad de El Alto, hicieron que el gobierno abrogara ese decreto. Como consecuencia de esa frustrada medida surgió la expresión: “Hay que gobernar obedeciendo al pueblo”, que de manera obstinada no se la quiere aplicar.

Para concluir, señalemos que los que desean involucrarse en la política boliviana, y gobernar de manera correcta nuestro país, lo primero que deberían hacer es estudiar el comportamiento de los bolivianos, y evitar un final dramático, como de muchos en el exilio y otros que fueron asesinados.

El Autor es Ing. Agr. Experto en Pastos y Forrajes.