Víctor Gutiérrez Flores
De manera completamente abierta y casi cínica los enemigos de la patria han ‘decidido’ decirle no a Bolivia, no a su desarrollo, no a su prosperidad, no a seguir viviendo en democracia. Para ello se han reunido en autodenominadas plataformas, comités cívicos (la mayoría de ellos agonizan), contando a su vez con la presencia de algunos exizquierdistas (varios de ellos terminaron en brazos de Goni, y otros hicieron de su modo de vida su permanencia en ONG). Todos ellos aglutinados han decretado paros cívicos escalonados y, por si fuera poco, han anunciado “paro indefinido a partir del 10 de octubre”.
Conscientes de su inevitable derrota electoral en los comicios de octubre próximo, convocan hoy día a la generación de inestabilidad política y social, demostrando así de forma elocuente que son ellos precisamente quienes desconocen el Estado de derecho, el orden democrático y el derecho del pueblo boliviano a elegir su propio destino.
Lo irónico de este accionar completamente delictivo de los enemigos de la patria es que convocan a la desestabilización del país en “defensa de la democracia”, pero el cinismo no termina ahí porque convocan a un paro nacional el 21 de agosto, conmemorando así para regocijo de ellos los 48 años del golpe de Estado sangriento protagonizado por su líder ideológico, el sanguinario y difunto Hugo Banzer Suárez, quien precisamente un 21 de agosto de 1971, y siendo teniente coronel, asaltó el Palacio Quemado e inauguró la dictadura del septenio (1917-1978), que dejó enormes huellas de sangre y dolor para miles de compatriotas bolivianos. Siete años que significaron para Bolivia la década perdida en términos económicos y sociales.
Hoy día, y después de semejantes antecedentes, se atreven a desafiar a todo el pueblo boliviano, y lo hacen en el día en que hundieron a Bolivia por largos años. Puñado de impostores, verdaderos símbolos de la antipatria, eso es lo que son.
Pues a todos ellos debemos decirles como pueblo boliviano que los derrotaremos tanto en las calles, como en las urnas, que no estamos dispuestos a permitir que la marcha por la construcción de un mejor país, como se viene haciendo al presente, se vea interrumpida nada más que por la ‘decisión’ asumida por los nuevos traidores de la patria que hoy día actúan bajo el auspicio descarado de un conjunto de medios de comunicación que hace buen tiempo atrás juegan el rol de ‘partidos políticos de oposición’.
Por tanto, la lucha en adelante debe ser inteligente, fuerte y combativa. No hay que perder de vista que los enemigos de Bolivia no tienen nada que perder, por eso es que apuestan a la confrontación social, percatados de que bajo las reglas democráticas serán de todas maneras derrotados en las urnas, por eso es que ‘lanzan sus medidas’, por eso es que convocan a un ‘paro nacional’ 10 días antes de las elecciones.
Con semejantes ‘advertencias’ de la antipatria, lo que corresponde es que en el marco del ‘Estado de derecho’ las instancias llamadas por ley actúen conforme al derecho y pongan en el lugar que les está reservado a los delincuentes, en este caso a los hijos de Banzer, algunos de ellos hijos legítimos y otros adoptados.