Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: viernes 02 de marzo de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
Dirección Web: Visitar Sitio Web
Lead
Contenido
El sol no se va a esconder y no todo será tristeza
No sé en qué momento las funciones públicas pasaron de ser eso (funciones públicas) a ser un reality show, un puesto en el que puedes adjudicarte fama, poderes ancestrales y afirmar que nadie más está calificado para el trabajo.
Trabajo, eso es. Los gobiernos de turno reciben el permiso de la población para trabajar y administrar el país por un periodo determinado, y no puedo hacer suficiente énfasis en la palabra permiso. Los gobiernos de turno son funcionarios públicos cuyo rol es servir al pueblo.
No estoy descubriendo algo nuevo en estas palabras, ni mucho menos generando nuevo conocimiento. Es un recordatorio, un recordatorio importante.
El voto del 21F y las movilizaciones pacíficas, que puedo decir con mucha alegría no responden a un partido político, a una ultraderecha “de antes”, o al ya conocido imperio; sino a un movimiento social, verídico, honesto y genuino. Van mucho más allá que la administración del señor presidente Evo Morales, quien legítimamente obtuvo la elección y el permiso del pueblo boliviano para administrar el país hasta 2020.
La defensa del voto del 21F protege una democracia para que ninguna o ningún presidenta o presidente, vicepresidenta o vicepresidente del Estado puedan ser reelectas o reelectos por dos veces de manera continua.
Esto protege a Bolivia y garantiza que haya un recambio, ideas nuevas, reestructuraciones e innovación. Lo pueden hacer bien, mal, generar grandes cambios o pasar desapercibidos. Pero ese no es el punto, el punto es que se genera oportunidad, autocontrol, instituciones más fuertes capaces de mantenerse íntegras sin importar el gobierno de turno.
Esta defensa va más allá del señor presidente Evo Morales y más allá del señor expresidente Carlos D. Mesa Gisbert, más allá del 2020, va más allá del 2025, 2030, 2035, 2040, 2045, 2050. Las acciones tomadas ahora forjarán cimientos y bases para nosotros, la juventud, los seres humanos que aún no nacieron...
Bolivia seguirá aquí, seguirá existiendo y será más y más grande a medida que pase el tiempo. Existirá más allá de lo que yo exista y en especial existirá más allá de lo que cualquier gobierno de turno pueda existir.
Alejandro Foronda es boliviano.