Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: viernes 02 de marzo de 2018
Categoría: Institucional
Subcategoría: Tribunal Supremo Electoral (TSE)
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Editorial
Compromiso para esclarecer reelección
Existen varios mecanismos para intentar forzar al presidente Evo Morales a retirar su candidatura a las elecciones de 2019. Algunas de ellas son institucionales, por ejemplo, esperar que el Tribunal Supremo Electoral haga su trabajo y no viabilice su postulación.
Como se ha dicho en estas páginas, el Tribunal Electoral tiene la
potestad de inscribir a los candidatos y, para ello, establecer si
cumplen o no con los requisitos para serlo. Morales no cumple uno muy
importante porque la Constitución solo permite una reelección y porque
un referéndum, cuyo resultado es de cumplimiento vinculante y
obligatorio, así lo determinó.
También está disponible la presión internacional, especialmente la que
pueda ejercer la OEA. Ello, por la siguiente razón: el sistema
interamericano de derechos humanos ha sido usado por el gobierno de
Morales como sustento para que se acepte la idea de que puede ser
candidato de manera indefinida.
Según el régimen, argumento que fue repetido por el Tribunal
Constitucional, el Pacto de San José, que regula los derechos humanos de
los países de las Américas, le da a Morales (y a cualquier autoridad
departamental o municipal) el derecho de postular de manera ilimitada.
Según el enredado razonamiento, las limitaciones en la reelección
incluidas en la Constitución boliviana “afectan” el derecho humano del
Presidente de ejercer sus derechos políticos.
La verdad es, claramente, otra. El artículo 23 de la Carta del Pacto de
San José y a la cual el Gobierno ha recurrido, se refiere a que los
derechos políticos de los ciudadanos comunes a elegir y ser elegidos no
pueden verse limitados. Ese es el espíritu de la ley. El Gobierno de
Bolivia intenta hacer creer que ese derecho es para que mandatarios en
funciones amplíen aún más su poder.
Para desentrañar el asunto y ver a qué se refiere exactamente ese
artículo, es que el expresidente Jorge Quiroga envió al secretario
general de la OEA, José Luis Almagro, un pedido de aclaración. En una
carta de dos páginas y media, Quiroga argumenta que las autoridades de
Gobierno están malinterpretando dicho artículo para lograr que Morales
se “eternice” en el poder.
El mismo día de la presentación de la carta, Almagro informó mediante su
cuenta de Twitter que la OEA realizará un estudio sobre el pedido de
Quiroga para esclarecer el tema. La noticia es de importancia para la
opinión pública nacional. Aunque esa opinión de la OEA no sea vinculante
(el Gobierno no se apiada de las normas, peor si son internacionales)
habrá quedado claro que el fallo que autoriza la reelección del
Presidente no tiene base jurídica legítima.