Los tiempos preelectorales, son tiempos de reflexión, sueños, ofertas, mentiras y compromisos generalmente difíciles de cumplir en la realidad. El mundo entero vive tiempos donde gobiernan la mentira y la crisis, nada de lo que se dice y se promete es verdad, porque las circunstancias que rodean ese quehacer político y económico, no están al alcance de los gobernantes, sino de otros poderes que manipulan y mandan desde las sombras.

Bien afirma Peter P Meyer: Los gobiernos no son reyes soberanos y no pueden guiar el curso de nuestras vidas; así como el sistema monetario no fue creado para el hombre común, sino para hacer más ricos a los ricos… Ahora se sabe que los que gobiernan el mundo son los sionistas jázaros, que han preparado por décadas electores embrutecidos y enmudecidos, que debemos tomar como el sistema engañoso y fraudulento en funcionamiento. 

El sistema de dinero-crédito actual está quebrado. Los gobiernos autorizan a los bancos emitir dinero sin respaldo, lo prestan a los consumidores hasta que no puedan soportar más el peso de sus obligaciones; eso ocurrió en 2008 y ahora esta pasando de nuevo con mayor intensidad. Luego prestan a las corporaciones y gobiernos, y todos alcanzan la ruina, porque han perdido las cuentas de los registros exactos. Por tanto, el dinero fiduciario no es más que la creación por la autoridad de algo que no tiene un valor real, esto da lugar a una deuda que crece el doble de rápido que la producción, provocando un fin catastrófico…

La fijación de precios, la planificación central, el estímulo, no funcionan; nunca lo hicieron y nunca lo harán, durante medio siglo los bancos centrales han manejado la economía con dinero y precios falsos, especialmente a partir de las tasas de interés, esto ha configurado un capitalismo grotesco y desfigurado, durante el cual el ciudadano medio, no ha tenido un gran aumento en muchos años, mientras los poderosos han acumulado una riqueza ilegitima de “50 billones de dólares”. Esta elite corrupta domina actualmente Congresos, parlamentos, gobiernos, banca, industrias, universidades, militares, burocracia y prensa.  

Los planes centrales asignan mal los recursos, e interfieren los planes privados descentralizados reduciendo la producción, mientras aumentan los gastos del gobierno exponencialmente; los organismos internacionales financieros, pretenden resolver los problemas de los países, prestándoles dinero con la garantía de los contribuyentes agudizando su ruina. La buena noticia es qué desde el punto de vista económico y financiero –hay un revés– la única solución sensata es despedir a los banqueros, vaciar el pantano de políticos y burócratas de los cargos, y volver al dinero real, respaldado por el oro. Llega el tiempo de pagar el precio de la orgía del dinero barato, comienza el ciclo inverso, donde la desaparición de los bancos centrales está a la vuelta de la esquina. Todo ha sido problema de poder, no de economía…

Caen los muros de siglos. Vuelve la autodeterminación que es el prerrequisito de la libertad. Llega el fin de los gobiernos centralistas, debemos definir el curso de nuestras vidas nosotros mismos; volver a las comunidades locales, ese es el liberalismo real. Estamos ingresando en otra era galáctica, la del humanismo y los valores morales; la naturaleza nos enseña su malestar y reacción frente a la energía de baja vibración que exhala la humanidad de nuestro tiempo, males por doquier, vicios, autoritarismo, mentira y muerte rigen nuestro mundo… 

Es tiempo de despertar: ¿Estamos preparados para acometer las tareas que exige un nuevo mundo de paz, solidaridad y moralidad que viene? ¿Nuestros candidatos, serán capaces de transformar el actual modelo populista corrupto, por otro estado de soberanía política y monetaria real y de servicio al pueblo sin exclusiones?...