Medio: Los Tiempos
Fecha de la publicación: viernes 02 de marzo de 2018
Categoría: Conflictos sociales
Subcategoría: Marchas, bloqueos, paros y otros
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En verdad, lo anecdótico es que las juventudes oficialistas haya optado vivir bajo una tan estupefaciente versión de la realidad, sobre todo, después de producirse una de las rebeliones democráticas, ciudadanas y pacíficas más contundentes que haya experimentado la historia de nuestro país: los paros y movilizaciones del 21F.
Hay más de anecdótico en lo que afirma el compañero que lo que se tilda como una fecha “sin importancia”: Que la juventud del MAS, por ejemplo, haya decidido colectivamente condenarse a sí misma a no poder escalar dentro de su misma estructura, pues hoy apuestan sus fichas contra ellos mismos y en favor de su más importante limitación política: la reelección indefinida.
Será también un recuerdo para la anécdota que haya existido un grupo de jóvenes bolivianos contracorriente a su propia edad “luchando” por no permitirse a ellos mismos ocupar los espacios que, generacionalmente, les corresponderían en el interior de su partido y que militaron en la idea de que una generación previa a la suya debería continuar dictándoles lo que deben pensar, sentir, proponer y hacer.
Qué anecdótico es, también, que estos grupos se autoimpongan el no ser libres , que dependan de manera umbilical de una sola persona para continuar políticamente existiendo y que ni se gasten en hacer el intento de plantear un recambio de liderazgos dentro del propio proyecto que han decidido acompañar.
Luego, tildan de “hijitos de papá” a todo quien no actúa como ellos, cuando ellos mismos permanentemente demuestran, con su falta de autarquía mental, que prefieren ser los “hijitos de papá Evo”. ¡Ah! pero ellos, ni cruzar la calle sin “papi Presidente”. Necesitan, pues, al “Tata Evo” para que los guíe y tutele, “de la manito”. Eso no es tener proyecto, como dicen tener.
Claro, no olvidemos también que es un padre castigador. Si uno de sus “hijitos” no confecciona la bandera azul más grande del mundo para “asustar” al “mal vecino” que lo hace renegar, ¡de patitas a la calle! ¡desheredados! (a pesar de no tener mucha herencia que digamos, pues nunca llegarán a cargos muy importantes si persisten con la reelección).
Por el otro lado, histórico es que decenas de colectivos jóvenes de todo el país hayan salido a dar la batalla por su libertad, por su dignidad y por una democracia que sí les ha sido heredada, pero que están demostrando que la valoran, la defienden y que la pretenden recuperar, cueste lo que cueste.
Histórico es que los vecinos nos hayamos concentrado en las plazas más importantes de las capitales para todos juntos, una vez más, hacer escuchar nuestros clamores por libertad y democracia, y que se escucharon en todos los rincones del país.
Histórico es que los jóvenes democráticos y ciudadanos salgan a la calle no sólo por liberarse, sino también para liberar a las juventudes del MAS de una cúpula que nunca les va a permitir acceder a su derecho generacional de determinar el rumbo de su propio destino. Histórico es, en fin, que la lucha nuestra sea para todos, anecdótico será que ellos lucharon para que unos cuantos permanezcan en Palacio.
Un icónico personaje para el socialismo Latinoamericano, como fue el Dr. Salvador Allende, mencionó que “ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”. En el caso de la juventud masista, diría yo: “ser joven y querer que generaciones caducas te quieran gobernar por siempre es una contradicción hasta biológica”.