Medio: La Patria
Fecha de la publicación: miércoles 28 de marzo de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
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El país acudió, sin intervención alguna de partidos políticos, a las citas que se dieron en todas las ciudades para demostrar que su voluntad expresada mediante el voto en el Referendum del 21F es categórica y terminante, que no puede haber cambios sujetos a intereses y conveniencias que no son del país y que serían solamente de un partido político que, obnubilado por el poder, ha demostrado ceguera por mantener una posición contraria al sostener que "los resultados del 21F son consecuencia de una mentira".
La afirmación de que "fueron mentira" los resultados del NO, es, con claridad diáfana una especie de acusación al mismo gobierno y su partido que el mismo día reconoció que los resultados mostraron un NO contundente y categórico, que el invento de la mentira surgió posteriormente por el hecho de que no podía cicatrizar la derrota sufrida el 21 de febrero que, en las esperanzas del MAS, "debían ser por el SÍ y resultaron contrarias" porque el pueblo así lo sintió y creyó.
El pasado miércoles, las convocatorias en todo el país dieron el mismo resultado: NO a pretensiones ajenas a la Carta Magna; NO a una repostulación y posterior reelección; NO a seguir con el mismo gobierno; NO a continuar con procedimientos que el propio régimen pudo evitar y que, cegado por intereses y conveniencias, no quiso poner en práctica políticas de cambio en pro de hacer gestión y administrar eficiente, honesta y responsablemente el país. El NO pues, es una especie de respuesta al mismo régimen que no quiso saber de rectificaciones oportunas que lo hagan confiable para la colectividad.
Para contrarrestar a la convocatoria y bloqueos del 21F, el partido de gobierno organizó sus propias fuerzas y llevó a cabo concentraciones de su militancia y cuadros de empleados públicos. Igualmente, expresó criterios en sentido de que las convocatorias y bloqueos "fueron mínimas y cuyos resultados no significan nada"; pero, esa misma afirmación muestra, simplemente, que la nueva negativa resulta categórica y terminante y, creyendo minimizarla, se hace que lo ocurrido sea más contundente y categórico.
En todo caso, la colectividad, consciente de lo que hizo, cree que el partido de gobierno debería reconocer su derrota y, en lo posible, convencer al propio Presidente que cualquier intento que busque violentar la voluntad del pueblo expresada en cualquier forma será contraria y que la defensa de la Democracia y la libertad serán siempre parte sustantiva de la vida del país.