| Arquitecta [email protected] |  14 jul 2019 | Ed. Imp.

En este artículo me referiré a la importancia de la participación de las mujeres en la planificación. Los que planifican en nuestro país son técnicos que tienen posiciones neutras y consideran que todas las necesidades y demandas son expresadas solamente por los hombres, y con eso basta, porque engloban a todos y todas. Lo mismo pasa con los políticos que, obviamente, no toman en cuenta que los seres humanos son diversos, pues no solo hay diferencias de género, sino también de estratos sociales, de etnias y de culturas. Esta característica es consecuencia de la vigencia de concepciones patriarcales y androcéntricas.

Desde una posición feminista, consideramos que son importantes las visiones plurales y, principalmente, las de las mujeres, que también son parte de la diversidad. De esta forma, reflexionamos que las mujeres son imprescindibles para la planificación, partiendo de la preparación de los programas de Gobierno para las campañas electorales, tan pertinente en estos momentos en que los partidos tienen que presentar los mismos al Tribunal Electoral. Los programas de campaña de las organizaciones políticas se deben evaluar al concluir la gestión. Normalmente no se evalúa el cumplimiento de las ofertas electorales, sin embargo, debería ser ineludible esta acción, puesto que así se mostraría la honestidad y consecuencia de cada organización política.

Por otro lado, en esa línea técnico política tradicional se da preferencia en la planificación solamente al crecimiento económico en el marco de la economía capitalista neoliberal, sin tomar en cuenta los conceptos de la economía plural, (comunitaria, estatal, privada y social cooperativa) y de la Economía del Cuidado. Se avanzó poco en propuestas bajo el paradigma del Vivir Bien, donde hay otras prioridades como fortalecer las relaciones equitativas entre mujeres y hombres, y bajo el marco de la Economía del Cuidado priorizar el cuidado, la reproducción y el mantenimiento de la vida. Así mismo, se tiene que fortalecer y recuperar el sentido de comunidad en nuestras ciudades y en nuestros pueblos, cuidar la Madre Tierra, lo que significa el cuidado con amor de nuestro medioambiente, cuidar nuestros árboles y nuestros bosques que nos proporcionan oxígeno para la vida, cuidar nuestros ríos, lagunas y cerros y desarrollar objetivos claros para la gestión y prevención de riesgos del cambio climático. Otro aspecto de suma importancia para la planificación es garantizar la seguridad alimentaria y, principalmente, la soberanía alimentaria, que es la certeza para tener una población bien alimentada, con diversidad de productos sanos, libres de transgénicos y de agroquímicos. 

No cabe duda que si queremos mejorar las cosas en nuestro país y consideramos que con el proceso de cambio se han dado avances importantes en el caso de las mujeres, pero a pesar de ello, temas que aún están pendientes son la desigualdad económica de las mujeres, la violencia, el feminicidio, el acoso sexual y político, la autonomía sobre sus cuerpos, la discriminación, y otros más. Lo más importante es que las campañas incluyan propuestas para cambiar este sistema de desigualdad de patriarcalismo y colonialismo que perjudica a las mujeres. 

Así mismo, es necesario utilizar el sistema de Planificación Integral del Estado (SPIE), donde se proponen planes para el Vivir Bien y así avanzar hacia la igualdad y la equidad entre mujeres y hombres.