La Sala Plena garantizó la aplicación de paridad y alternancia en las listas de partidos, luego que se filtró una carta de ‘disidencia’ de María Eugenia Choque a algunas modificaciones

Los vocales electorales necesitaron dos días de debate en Sala Plena para finalmente dejar tal como está el reglamento de paridad y alternancia de género en la designación de candidaturas a diputaciones y senaturías de los partidos que pugnan en las elecciones generales de octubre.

“En reunión de Sala Plena de 10 de julio de la presente gestión, a solicitud oral planteada por el vocal Idelfonso Mamani, se dispuso la modificación del artículo 35, disponiendo la eliminación del segundo párrafo del apartado ‘a’ de este artículo. Decisión respecto a la cual yo planteé mi disidencia”, señala en una carta que se filtró en los medios María Eugenia Choque, presidenta del TSE.

Según parte de la explicación legal que se dio se expresa que la modificación consistió en eliminar el segundo párrafo de ese artículo, que señalaba que “la aplicación es independiente por cada departamento, donde se hará la elección de cuatro (4) senadores en circunscripción departamental, debiendo garantizar que en la lista general de una organización el total de mujeres en posición ‘Titular 1’ sea igual o mayor al de hombres en esa posición”.

Sin embargo, el problema no quedó resuelto y tras filtrarse la carta que advertía sobre la posible modificación, la Sala Plena reaccionó rápidamente y la noche del miércoles publicó un comunicado en el que garantizan la paridad de género y descartaba cambios. Se conoció que la sesión del miércoles fue declarada en cuarto intermedio y ayer se convocó a continuar con la reunión. En la noche, y para despejar las dudas que despertó en sectores de la sociedad civil y los partidos, los vocales ofrecieron una conferencia de prensa en la que dijeron que se reconsideró el tema y se volvió al reglamento original.

“Esta sala siempre debate de manera intensa”, graficó el vocal, Antonio Costas. De manera extraoficial trascendió además que el intento de modificación del reglamento dividió a los vocales electorales; fueron tres varones y tres mujeres los que emitieron su voto ante esta propuesta, y el resultado derivó en un ‘empantamiento’ de la Sala Plena.