Dentro de una semana, el próximo viernes 19, se cumple el plazo fijado por el calendario que rige el proceso electoral en curso, para que las ocho fórmulas inscritas para participar en las elecciones de octubre próximo presenten sus listas de candidatos  a la Asamblea Legislativa Plurinacional. Y como es natural en circunstancias como ésta, las pugnas internas se agudizan a medida que se acerca la hora de las definiciones.

Como es natural, las tensiones son directamente proporcionales a las posibilidades reales de que las candidaturas se plasmen en senadurías y diputaciones y no sólo en la aparición de nombres en lugares de las listas sin mayor efecto que el simbólico. Por eso, la “franja de seguridad” de cada fórmula es el espacio donde se concentran las peleas.

Ante la abundancia de aspirantes y la escasez de espacios, resulta inevitable que quienes no se resignan a quedar fuera de la repartija de curules recurran a cualquier medio para alcanzar su objetivo.

Es, al parecer, en ese contexto que alguien tuvo la ocurrencia de proponer una modificación del artículo 35 sobre el cumplimiento de paridad y alternancia en la presentación de listas de candidatos y candidatas del Reglamento para las Elecciones Generales de 2019. Para ello, se dispuso la eliminación del segundo párrafo del apartado "a" del referido artículo. 

Con esa determinación, se demostró que no eran infundadas ni exageradas las advertencias hechas en días pasados por varias organizaciones de mujeres, agrupadas en la Coordinadora de la Mujer. 

Como era de esperar, esa alerta desencadenó una vigorosa reacción de protesta que unió a todas las corrientes feministas de un extremo al otro del espectro político. Pasando por encima de sus discrepancias sobre otros asuntos, las mujeres involucradas en el quehacer político hicieron oír su voz de protesta y anunciaron su intención de salir al paso de esa intención.

Para calmar los ánimos, el Tribunal Supremo Electoral (TSE), a través de un comunicado, aseguró el pasado miércoles que no se modificaría la paridad de género en el Reglamento de las Elecciones Generales 2019. Sin embargo, ayer salió a luz la decisión de atender la solicitud del vocal Idelfonso Mamani para modificar el artículo 35. Se impuso así lo que desde el punto de vista de las organizaciones feministas es un retroceso más en el camino que conduce hacia una sociedad y un sistema político con más equidad de género.

Desde las filas del MAS se intenta ahora minimizar la importancia del paso dado. Lo que vuelve a poner a las mujeres militantes de ese partido en una muy difícil situación.