El presidente de la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca) de La Paz, Franclin Gutiérrez, mediante una carta manuscrita, enviada desde el penal de San Pedro, pidió a los  yungueños estar más unidos que nunca, además asegura que no se doblegará ni dará su brazo a torcer frente a las injusticias.

El dirigente de los cocaleros de los Yungas se encuentra con detención preventiva desde agosto del pasado año, sindicado por el Gobierno de ser el autor intelectual de una emboscada en La Asunta a un grupo de erradicación, y que producto del enfrentamiento perdió la vida un efectivo de la Policía.

Sin embargo, Gutiérrez, que no estuvo en el lugar del enfrentamiento, sostiene que es inocente y que es víctima de una persecución política.

“En nombre de la justicia me tratan como un criminal, privándome de defenderme en libertad; la vida en prisión es lo peor que pudo pasarme, es difícil adaptarse a esta situación;  me parece una pesadilla de la cual quisiera despertar”, dice la carta difundida por Radio Yungas.

Durante su permanencia en la cárcel el dirigente cocalero  recibió la noticia de la muerte de su hijo menor, lo cual ocurrió en noviembre del año pasado.

Es así que en su nota, Gutiérrez señala  que esa noticia le “rompió el corazón” y fue el peor golpe de su vida.

Expone que su único delito es velar por los intereses del sector cocalero y que su compromiso sigue firme.