Medio: El Deber
Fecha de la publicación: martes 27 de febrero de 2018
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Democracia interna y divergencias
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Desde esta perspectiva pensar que después de 12 largos años en que el Movimiento al Socialismo ejerció el poder, y los postulados centrales del proyecto masista (independiente de lo bien o mal que se han ejecutado) ya no están en vigencia, no parece descabellado, al fin y al cabo, la sensación que nos dejan las multitudes que inundan las calles cuando se trata de poner un límite al poder establecido; es que la mayoría comprendió que el Gobierno del MAS termina el 2020 y que todo está bien hasta las elecciones del 2019; ese es el escenario de la normalidad. La certeza de que esto es así surge porque por alguna razón y casi de golpe, todo lo bueno y todo lo malo del Gobierno terminaron el 21-F, hace ya dos años, de ahí en adelante nos inunda la certeza de que hay otra historia escribiéndose y de que quienes la escriben ya no son Evo Morales y el MAS, sino los que ahora navegan internet y se alzan en las calles.
En esta atmósfera, el discurso masista parece ya lejano y aunque se lo repita hasta el cansancio y forme parte consustancial de cualquier declaración oficial, suena irremediablemente a viejo. La nueva realidad marcada por los movimientos ciudadanos, las plataformas y las redes sociales en torno a la democracia como valor supremo, hace que el “discurso oficial” en el que el mundo se divide entre la derecha y la izquierda, entre el amigo y el enemigo, se muestre como algo asimilable a las versiones primarias de Harry Potter, de hecho, cualquier adolescente que hoy tuviera 14 o 15 años y que solo ha escuchado a Evo Morales y sus acólitos, sentirá que el discurso masista pertenece a su infancia, muy lejos de su presente.
La certeza de que las cosas cambiaron, anuncia la posibilidad de imaginar un posmasismo tanto como un posevismo. Quizás, la alarmante ceguera que muestra el Gobierno frente a la sociedad civil, sea también la percepción de que otro tiempo arrecia la historia del país y los amenaza de verdad.