En la tradición partidaria, conforme a sus estatutos, las instancias orgánicas tienen el mandato, nominal, de seleccionar y elegir a sus candidatos a puestos de elección popular. Se trata en general de instancias territoriales y sectoriales, en un primer nivel; y luego de un cuerpo decisorio de ámbito nacional. Claro que la palabra final corresponde a la cúpula partidaria o, directamente, al jefe o candidato presidencial. “Quién dice organización, dice oligarquía”, retrató Michels hace un siglo.

Algunos cambios y/o anemias en las organizaciones políticas, sumados a innovaciones tecnológicas, están produciendo curiosas mutaciones. Hoy es posible, por ejemplo, reclutar candidaturas por fuera de la estructura partidaria. ¡Y por WhatsApp! Así al menos lo plantea el candidato presidencial del MNR, quien mediante un video, celular en mano, está invitando a que le manden mensajes con hojas de vida, motivación y circunscripciones. Lo que antes era mecanismo orgánico hoy es mensajería instantánea.

A reserva del resultado de tal iniciativa, es evidente que va a contramano de sus estatutos orgánicos. En el partido rosado la lista para senadores y diputados plurinominales la definen dos jefes en consulta con el binomio presidencial. Los candidatos uninominales, en tanto, son propuestos por comandos partidarios. La vigente Ley de Organizaciones Políticas establece que la nominación de candidatos debe hacerse conforme a procedimientos internos, con supervisión del OEP. Hay doble incumplimiento.

¿Y los otros partidos? En el MAS-IPSP los candidatos a asambleístas son elegidos según normas y procedimientos propios de cada sector, aunque la validación (o no) es atribución de la dirección nacional. En la alianza CC la confección de listas está en manos de la directiva nacional y debe contar con el visto bueno del candidato presidencial. Y en BDN —en rigor, Demócratas—, las candidaturas a senadores y diputados son aprobadas en los comités ejecutivos departamentales. Todo ello, claro, en papel.

Faltan apenas 19 días para la inscripción de listas rumbo a los comicios de octubre. Las ocho fuerzas políticas en carrera deben postular candidaturas, con estricta paridad de género, a 130 diputaciones, 36 senadurías y nueve representaciones supraestatales. Son 350 nombres por organización, considerando titulares y suplentes. No es un reto menor. ¿Se elegirán por decisión orgánica, cuota, mediante dedazo, bajo presión, vía wasap? Quien dice listas, dice poder oligárquico, aplicaría Michels un siglo después.

José Luis Exeni Rodríguez