“Reanudación plena de relaciones diplomáticas con Estados Unidos, como debe ser. Es por ahora el principal mercado de consumo. Es un despropósito el mantener una casi ruptura con la primera potencia del mundo. ¿Dónde se ha visto una relación internacional de un país pequeño como Bolivia en el que si eres mi enemigo ideológico no te doy ninguna opción de comerciar conmigo?”, afirmó Mesa anoche  durante una entrevista con El Deber Radio, donde habló de sus planes de gobierno.

Hoy, en conferencia de prensa, la oficialista presidenta de la Cámara de Senadores, Adriana Salvatierra, dijo que con esta postura el expresidente agrega el desconocimiento de la realidad económica nacional a sus otras dos debilidades: la inseguridad y la indecisión.

“Es un líder débil y si llegara a ser gobierno cabe la posibilidad, naturalmente, de que doblaría las rodillas ante Estados Unidos (…) Carlos Mesa está demostrando además que se muestra como lo que siempre fue, no ha cambiado en los últimos 23 años: un político antiguo que quiere gobernar para los viejos poderes, rebajando la dignidad y la soberanía de Bolivia”, afirmó.

Luego expuso cifras que dijo que demuestran que es posible mantener una relación comercial fluida sin necesidad de perder el respeto y la dignidad, como cuando durante la gestión gubernamental de Mesa se propuso otorgar inmunidad a los militares de Estados Unidos que operaban en el país.

Afirmó que entre 2002 y 2005, cuando Mesa se encontraba en el Gobierno, el tope de las exportaciones de Bolivia a EEUU fue de 354 millones de dólares anuales, mientras que en 2016 la cifra llegó a 964,5 millones de dólares.

“Hemos demostrado que se puede tener relaciones comerciales sin que nos impongan sus políticas  y sin que nos humillen como país. Hemos impuesto una relación de respeto y dignidad, pero que en las cifras  se ha traducido en un aumento de las relaciones comerciales beneficiosas para Bolivia”, aseveró.

Bolivia y EEUU mantienen una relación diplomática sin embajadores desde que en 2008 el gobierno de Evo Morales nombró persona no grata y decidió expulsar al embajador Philip Goldberg, lo que a su vez derivó en que la Casa Blanca retire al representante boliviano Gustavo Guzmán. (28/06/2019)