“Cuando nuestros padres fundaron Adepcoca dijeron que debía ser una gran empresa, con un propio hospital privado, un propio colegio particular, estaciones de servicio en cada municipio, pero no sucede así. Los dirigentes defienden ahora la buena plata que se maneja porque todos los que entraron tienen casa, movilidad; lamentablemente se maneja así”, aseguró en entrevista con la Red Patria Nueva.

Pagos de los afiliados 
Los productores al detalle de los Yungas son 6.769 y los afiliados cancelan 20 bolivianos por cada salida al mes, entonces los dirigentes recaudan un total de 135.380 bolivianos mensuales.

Los comerciantes al detalle que llevan coca al interior del país suman 5.547, y a ellos les cobran 30 bolivianos por salida, lo que da un total de 166.410 bolivianos.

“De 12.316 detallistas que salimos de Adepcoca, la dirigencia recauda 301.790 bolivianos al mes y en el año 3.621.480 bolivianos”, precisó.

De igual manera, reveló cobros por alquileres de quioscos, cuyos montos oscilan entre 200 y 500 bolivianos, incluso solo ahí se venden las bolsas para transportar las hojas de coca que llegan de los Yungas.

“Hay comerciantes ambulantes que deben pagar paquetes conocidos como ‘chanchitos’ con hasta 25 libras, incluso a los puestos de venta que están fuera de las instalaciones de Adepcoca les cobran”, dijo.

Agregó que las personas que cargan las bolsas con coca, y que son conocidas como ‘taqueadores’, cancelan diversos montos por el día que trabajan en esas instalaciones.

“Por el uso de los dos baños se paga a un boliviano, los taxistas que llevan coca a la terminal de La Paz y El Alto igual pagan, así como las camionetas. Realmente es una mina de oro Adepcoca”, aseveró.

“peor que una empresa privada”
Ante estos cobros, el dirigente lamentó la manera en la que se maneja el dinero. “Es peor que una empresa privada porque ni ellos mismos (dirigentes) saben cuánto ingresa, además no rinden cuentas porque deberían hacerlo tres veces al año, pero si lo hacen es de forma digitada y lo aprueban sin dar la palabra a las bases”.

A su juicio, la corrupción llegó al extremo en Adepcoca, ya que los dirigentes reconocieron a comunidades que estaban en zonas excedentarias a cambio de diversas sumas de dinero.

“Por eso, en la parte económica, los compañeros quieren refundar Adepcoca, ya que en la actualidad la plata se maneja para comprar dinamitas y conformar grupos de choque, puesto que algunos jóvenes confesaron llorando que les pagaron 200 bolivianos, incluso contrataron sicarios. La plata se usa para hacer terrorismo sindical, maltratar en los Yungas y obligarnos a apoyar a los opositores”, afirmó.