Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: domingo 16 de junio de 2019
Categoría: Consulta previa
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Las estrategias de lucha y resistencia indígenas comprenden una compleja serie de prácticas de organización y movilización, tales como las marchas, los bloqueos de caminos, las vigilias, los paros. Pero, dado el carácter violentamente autoritario del régimen MASista, las revueltas indígenas no han tenido mayores impactos en las políticas gubernamentales, menos posibilidad de transformarlas.
Ante el agotamiento de las instancias nacionales, además del carácter inapelablemente corrupto de la injusticia boliviana, las organizaciones y articulaciones de los pueblos indígenas recurrieron, el 7 y 8 de noviembre de 2017, a las opciones internacionales, tales como y sobre todo el Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza, cuya comisión estuvo visitando Bolivia entre el 15 y el 23 de agosto del año pasado, 2018, y verificando in situ las múltiples violaciones de los derechos de los pueblos y territorialidades indígenas.
Como resultado de dicha visita, el Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza acaba de emitir, el pasado reciente 15 de mayo, la sentencia condenatoria del Estado boliviano y de mostrar concluyentemente que Bolivia ha violado -de manera flagrante- no sólo los Derechos de la Naturaleza, sino también de los pueblos indígenas en calidad de defensores de la Madre Tierra.
“Por todo lo expuesto, el Tribunal concluye que el Estado Plurinacional de Bolivia ha violado los Derechos de la Naturaleza y de los pueblos indígenas del TIPNIS en calidad de defensores de la Madre Tierra, a la vez que ha incumplido con su obligación de respetar, proteger y garantizar los Derechos de la Madre Tierra según lo establecido en el propio marco jurídico nacional y la normativa internacional relacionada”.
Veamos, a continuación, cómo argumenta el Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza la sentencia irrebatiblemente condenatoria del Estado boliviano. No tenemos espacio para tratar el conjunto de la sentencia, por ello vamos a limitarnos a señalar dos argumentos primordiales. En primer lugar, el Tribunal establece que el Estado plurinacional ha incumplido con su obligación de respetar, proteger y garantizar los derechos de la Madre Tierra.