El oficialismo ha dado un giro en su estrategia de difusión de información a través de medios digitales. Hasta hace poco, apuntaba casi exclusivamente a las redes sociales, para lo que capacitó a decenas de “guerreros digitales” en todo el país.

 Sin embargo, en el último tiempo ha empezado a operar desde sitios web que tienen la apariencia de medios de comunicación, en los que se difunde una mezcla de información verdadera que alaba al Gobierno e información falsa que ataca a los opositores y también a los periodistas. Además se han detectado contenidos engañosos, descontextualizados o contaminados.

   El blanco preferido de estos sitios web es el periódico Página Siete, del que se están difundiendo informaciones falsas con el único fin de desprestigiarlo, tal como lo ha comprobado la iniciativa de verificación de datos de reciente creación, Chequea Bolivia.

Si este es el panorama cuando faltan poco más de cuatro meses para las elecciones generales, habrá que prepararse para una avalancha de esos contenidos antiéticos a medida que se acercan los comicios de octubre.