Medio: Los Tiempos
Fecha de la publicación: martes 25 de junio de 2019
Categoría: Órganos del poder público
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La hija del fiscal general del Estado, Juan Lanchipa, renunció ayer a su cargo de radicadora de la Sala Cuarta del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), luego de revelarse que trabajaba en la misma sala del magistrado Gonzalo Hurtado, vinculado al caso del presunto narcotraficante Carlos Montenegro, y de conocerse que su patrimonio superaba los 4 millones de bolivianos (Bs), aunque luego la cifra fue modificada en la Contraloría a Bs 1,3 millones.
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Vania Lanchipa Ramírez, en una carta dirigida al presidente del TCP, Petronilo Flores, hizo conocer su renuncia argumentando “razones de orden estrictamente académico”.
En horas de la mañana de ayer, el presidente del TCP dijo que desconocía de esta decisión porque se encontraba en el acto de aniversario de la Policía. La carta fue recibida a las 9:50.
Sobre los cuestionamientos al patrimonio de sus hijas, el fiscal general del Estado, Juan Lanchipa Ponce, aclaró la anterior semana que su hija Vania no tiene en sus cuentas bancarias 4 millones de bolivianos, sino que se trata del valor de un inmueble familiar que fue adquirido en 1994 y que está registrado a nombre de sus tres hijas, que a la fecha se valorizó en Bs 4.176.545.
“Por error, mi hija Vania declaró el monto total de la casa ubicada en la ciudad de La Paz, cuando debía declarar un tercio (Bs 1.392.182) y el resto corresponde a mis otras dos hijas”, sostuvo Lanchipa.
