Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: martes 25 de junio de 2019
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Demandas
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La tarde de ayer, la facción liderada por Cachaca se declaró en emergencia y tomó las oficinas del MAS regional El Alto. En las paredes de ese recinto pegaron carteles con mensajes de protesta contra Ramos y el dirigente Guido Varela.
“¡No al divisionismo! por la departamental El Alto”, “Varela-Ramos, respeten el estatuto orgánico”, “Guido Varela, El Alto se respeta car...”, “Basta de paralelismo en los distritos políticos de El Alto” fueron los mensajes que se leían en los carteles que pegaron en el salón principal de esa oficina, que se ubica a pocos pasos de la plaza Alonzo de Mendoza.
Cachaca, joven dirigente del masismo, pide ser reconocido como nuevo ejecutivo regional. En breve contacto con Página Siete, el líder manifestó que “en un ampliado se definirán las acciones” ante la postura de algunos dirigentes en su contra.
Frente a ello, Varela, ejecutivo departamental del MAS de La Paz, denunció a este medio que el grupo que lidera Cachaca “secuestró por más de ocho horas” a un dirigente con el afán de ser reconocido.
“Además, documentación valiosa se perdió de la dirección nacional del MAS. Ya estamos tomando las acciones legales”, dijo Varela, quien afirmó que el grupo de Cachaca “está acostumbrado a molestar”, en especial en año electoral, cuando se debe elegir a los candidatos.
“No sé si están buscando ser candidatos o tienen otros intereses, la actitud de un verdadero militante del instrumento no es ésa. Aquí tenemos que enfocarnos en las elecciones nacionales. Si alguien empieza a molestar, tratar de dividir, de crear un caos interno es porque hay otros intereses”, expresó Varela.
El dirigente reveló que ayer se negó asistir a la reunión que se realizó en las oficinas del MAS regional El Alto ante las posiciones intransigentes del bloque dirigido por Cachaca.
Por su parte, Gerardo García, vicepresidente nacional del MAS, explicó que “la pelea interna es por interés de un espacio”, y que “cuando hay intereses, siempre hay algunas personas que tratan de entorpecer” la estructura orgánica del partido.
El dirigente afirmó que Cachaca “es utilizado por alguien”. “Lo tratan de quemar, porque él es un joven con mucha proyección, pero alguien le ha metido a la cabeza de que como joven puede liderar”, expresó.
En ese marco, advirtió que “el único dirigente reconocido es Ramos”. Similar postura expresó Varela, quien señaló que Ramos “es el único dirigente reconocido de El Alto”.
Esta pelea se suma a la que se registró la noche del 12 de mayo, cuando la elección del nuevo jefe regional del MAS del Norte de Potosí terminó con una lluvia de piedras, sillas y chicotazos. Entonces, la pelea campal fue protagonizada por dirigentes de las provincias Bustillos y Chayanta, del departamento potosino.
En abril de 2018 también se registró similar pelea en el VI Congreso Nacional de Juventudes del MAS, que se desarrolló en Tarija.
En aquella oportunidad el evento también terminó entre peleas, patadas, sillas “voladoras” y gasificación, según se observó en videos que fueron difundidos en las redes sociales. La pugna fue por copar espacios en la dirigencia del MAS.
García admitió las pugnas por copar las listas de candidaturas para el Órgano Legislativo, pero subrayó que con diálogo se puede llegar “a un buen acuerdo”.
Mientras que Varela sospecha que la pulseta en la regional del MAS El Alto es impulsada por la oposición. “Nada raro que sean los opositores que estén detrás de esto. A lo mucho son diez personas, tal vez son pagados por la oposición, pues una persona comprometida con el proceso de cambio no puede asumir esas acciones”, indicó.
Punto de vista
Gerardo garcía Vicepresidente del MAS
“Siempre aparecerán esos problemas”
Ese tema de El Alto le corresponde solucionar directamente a la departamental del MAS de La Paz. Como dirigente nacional no interfiero en esos asuntos directamente, la coordinación la hago con la dirección departamental.
Por intereses siempre aparecerán ese tipo de problemas, peleas internas, pero siempre tenemos la capacidad de resolver, solucionar conversando, dialogando con los compañeros para llegar a un acuerdo.
Por eso, la coordinación directa es con la departamental, a ellos convocamos para, de alguna manera, mediar, resolver. Ahí colaboramos, de forma directa no intervengo.
Ahora bien, el conflicto que se dio en Potosí fue una pugna entre candidatos, no pasó a mayores, no fue una pelea dura, un rato se agarraron. En otros eventos puede ser normal, pero cuando hay intereses siempre algunos tratan de entorpecer.