Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: lunes 24 de junio de 2019
Categoría: Conflictos sociales
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“Está siendo velado en la plaza principal. Era parte del Comité de Autodefensa. Por su muerte estamos declarando el duelo en las tres provincias yungueñas. Pedimos a los compañeros sacar la tricolor con un crespón negro”, indicó el también dirigente del comité en Chulumani, Franz Asturizaga.
Los honores a Coico fueron rendidos en medio de un ambiente tenso por la presencia de un contingente de 300 policías que arribaron a la localidad la mañana de ayer. La población teme una intervención y que ocurran más enfrentamientos.
“Estamos en Coripata, queríamos pasar a ver cuál es la situación de la población, pero es difícil ingresar por la tensión que hay en el lugar. Los dos ingresos -uno por Coripata y otro por Coroico- están bloqueados y es peligroso entrar. Cualquier persona desconocida causa alarma en los comunarios”, manifestó la subgobernadora de Nor Yungas, Miriam Quisbert.
Indicó que todos los negocios y domicilios de Trinidad Pampa están cerrados. Agregó que en lugar de generar seguridad, la presencia policial causa temor.
“Las personas temen que se reprima a los dirigentes que no son afines al Gobierno. Nos preocupa y por eso las organizaciones piden a las autoridades nacionales pronunciarse para retirar el contingente”, señaló.
Piden solución al conflicto, hay temor en toda la región
En un contacto telefónico con Página Siete desde Trinidad Pampa, el comandante departamental de la Policía, Jorge Pizarro, señaló que a la población arribaron al menos 300 efectivos del orden. Explicó que las investigaciones están en curso y que por el momento no hubo nuevos disturbios en la zona.
“Hemos entrado al pueblo de forma pacífica. Por el momento todo está tranquilo, la gente está en el velorio; estamos evaluando la situación y ya luego habrá un informe oficial”, señaló.
Habitantes de las poblaciones aledañas manifestaron que si bien los enfrentamientos cesaron, aún hay temor en la población. Pidieron que se encuentre una pronta solución.
“Estamos a unos 25 minutos de Trinidad Pampa, y la situación está grave. Ahora está tranquilo pero en la noche la gente se ataca, hay niños y adultos mayores gritando. No hay control ni derecho humano que valga. Pedimos ayuda para arreglar el problema. El Gobierno también tiene la culpa de enfrentarlos y no es sólo aquí, sino en varias poblaciones”, dijo un lugareño.
Los pobladores solicitan la presencia de la Defensoría del Pueblo y Derechos Humanos.
15 días de conflictos
Los dirigentes cocaleros señalan que los conflictos entre los pobladores en los Yungas empezaron hace dos semanas. Culpan al Gobierno por causar división en el sector.
2 de junio. En un ampliado en Coripata, municipio al que pertenece Trinidad Pampa, los cocaleros se enfrentaron por la aplicación de las “tarjetas amarillas” de control impulsada por el Gobierno en remplazo de las verdes de Adepcoca.
3 de junio. El dirigente Sergio Pampa denunció lesiones graves por las que le dieron seis días de impedimento. El Gobierno señaló que Adepcoca movilizaba dinamita con grupos de choque para amedrentar a Trinidad Pampa. No hubo pruebas.
19 de junio. Comunarios de Trinidad Pampa encontraron una poza de maceración de droga en Huaycuni. El dirigente cocalero Gabriel Escobar denunció que pertenecía a gente afín al MAS.
19 de junio. La tensión que se vivía por 15 días se agravó. Un ampliado terminó en un enfrentamiento en el que hubo serios daños materiales. Los afectados fueron los presuntamente afines al MAS.
20 unos 30 policías ingresaron a la población en la mañana. Por la noche los pobladores los enfrentaron, hubo represión. Niños y adultos fueron afectados por los agentes químicos. Los efectivos permanecieron en Arapata hasta el viernes 21 de junio.
22 La pugna entre los dos bandos se reavivó luego de que un grupo de identificados como gente afín al MAS atacó a la familia de uno de los dirigentes del Comité de Autodefensa, quien fue asesinado por arma blanca.