Medio: Los Tiempos
Fecha de la publicación: lunes 17 de junio de 2019
Categoría: Conflictos sociales
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Surco se presentó el viernes pasado en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) donde prestó su declaración en la que confesó ser el autor del asesinato, pero acusó a Roberto Chira Poma de haberle ofrecido Bs 15.000 para cometer el crimen, sin embargo, también aludió a Pampa y Bautista.
Sergio Pampa es dirigente de la Asociación Departamental de Productores de Coca de los Yungas y Édgar Bautista es dirigente de la Federación de La Asunta. Apaza era uno de los representantes críticos al Gobierno y miembro del comité de autodefensa de la coca de esa región.
"Buscamos al 'Chira' y lo encontramos en el camino sentado, entonces, aparece una vagoneta Ipsum color negro sin placa, y se saludaron y no nos quiere llevar, está con el Sergio Pampa, se fue, pero volvió en media hora otra vez junto (a) Sergio Pampa y el conductor que se llama Édgar Bautista. En esa media hora el Chira (Roberto Chira Poma) me dijo al lado de mi amigo Javier Huanca (...) y mostrándome un arma de fuego mediano color negro, te voy a pagar 15.000 bolivianos solo por disparar, entonces, yo acepté y pregunté a quién (tenía que disparar)", se lee en su declaración que fue compartida en un grupo de WhatsApp gubernamental.
Presuntamente el Chira le indicó con una linterna el objetivo del disparo, es así que hizo detener un vehículo tipo sapatito Noa color blanco, que se aproximaba por esa zona, "Le dije al chofer llévame a Caranavi a lo que me contestó no hay campo, a lo que vi que estaba cargado de coca y su esposa al lado, a lo que le apunté con el arma, viendo esto su esposa me dijo matame, matame, no dijo nada, entonces, disparé un disparo en el cuerpo, luego la esposa salió gritando", detalló.
En su declaración escrita, Surco señala que después de haber disparado en contra de Apaza, "luego apareció el mismo auto Ipsum con el que habló horas antes (el 'Chira', entonces nos despachó con el auto sapatito con Javier Huanca, y el Chira se fue en ese auto, el cadáver se quedó ahí mismo en el piso", se lee en la declaración escrita en la FELCC.
Esta declaración no parece ser la única, en un video se ve a Surco que es interrogado, pareciera que se realiza en un vehículo por el movimiento que se puede advertir en la filmación.
Una persona presuntamente de la Policía le interroga sobre el día que fue asesinado el dirigente de Cofecay. ¿Con quién estabas acompañado?, a lo que Surco respondió que estaba con el "amigo Javier Huanca"; el interlocutor insiste, cuando le has disparado ¿quiénes más estaban, qué personas estaban a quiénes has reconocido?, Artemio Surco acotó que "estaba Edgar Bautista y Sergio Pampa".
¿Sus cómplices del Chira, no?, remata con la pregunta; pero no satisfecho con lo que Surco ya había respondido se escucha otra voz que le dice: "y de los que le acompañaban, a ver nuevamente repetí, quiénes lo acompañaban? Y el autor confeso del asesinato, vuelve a da los apellidos de Pampa y Bautista.
En tanto, que el informe de la FELCC, señaló que fue un grupo de personas que interceptó el vehículo de Eduardo Apaza, además, indica que la mujer que acompañaba al dirigente era su sobrina a la que le ataron con una soga y que los dejaron abandonados en el camino.
Sin embargo, Surco en su declaración dijo que se trataba presuntamente de su esposa, que tras el disparo salió gritando, y que después del asesinato se fue en el vehículo de la víctima porque el Chira no le dio el dinero comprometido, en cambio, le sugirió que se lleve el vehículo de Apaza que estaba cargado de coca.
En otra versión, Surco señala que también intentó disparar a la esposa de Apaza, pero que su arma se trabó y ese momento fue aprovechando por la mujer para escaparse; entonces, abordó el motorizado para darse a la fuga, aunque horas más tarde fue aprehendido por los comunarios.
El ministro Romero dijo que existen dirigentes dedicados al "matonaje"
Por su parte, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, manifestó que hay dirigentes de Adepcoca que recurren al "matonaje" y al "sicariato", para generar violencia con el objetivo de amedrentar y someter a las comunidades en Los Yungas.
"Son personas que en los últimos años han utilizado el matonaje contras sus propios hermanos en Los Yungas para amedrentarlos, para controlar Adepcoca, para imponerles cobros de sumas de dinero por las licencias de comercialización", declaró la autoridad en Bolivia TV.
Asimismo, sostuvo que en este caso existe "un autor infraganti confeso, hay un testigo, el acompañante de la víctima, hay otros elementos que seguramente han sido colectados por miembros de la FELCC".
En consecuencia, dijo que se tiene que "sentar un precedente muy drástico porque no puede ser que una parte de los Yungas de La Paz será todavía objeto de acciones de matonaje, donde se pretende imprimir la ley del más fuerte, la ley del que usa la violencia, la fuerza, el sicariato para imponer sus decisiones".