Medio: Ahora el Pueblo
Fecha de la publicación: viernes 14 de junio de 2019
Categoría: Órganos del poder público
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“Estos residuos que están acá serán dispuestos en esta celda (la fosa 15). Son más de 40 mil cubos, con lo cual terminamos la contingencia”, aseguró el director del Sistema de Regulación Municipal (Siremu), Rubén Ledezma.
Los concejales del oficialismo y oposición visitaron ayer el botadero, que debe cerrarse de manera definitiva el 18 de este mes.
La enorme cantidad de desechos en descomposición a los que se refiere Ledezma están amontonados junto a un farallón que sirve como un muro natural que divide el depósito del Distrito 6 de Achocalla, y también están dispersos en la parte baja del botadero, donde se ubican las piscinas de lixiviados.
Varias volquetas se dan a la tarea de trasladar esos escombros desmoronados el 15 de enero desde la parte baja hasta el farallón, donde los amontonan al aire libre. La autoridad dijo que se acumulan allí provisionalmente mientras se termina de construir la celda 15.
Cada 10 o 15 minutos, un camión repleto de estos desechos sube una serpenteante pendiente y traslada estos restos negros y malolientes.
A medida que cada camión deposita una nueva cantidad de basura en la montaña improvisada, una oleada de nauseabundo olor invade el ambiente y obliga a huir del sitio.
Los únicos seres vivos que toleran el hedor son las moscas que pululan en el sector, agrupadas en mosqueríos que acechan a todas las personas que se acercan al lugar.
El día del desastre, a las 17.45, uno de los muros que contenía los residuos almacenados en la macrocelda 4 cedió y dio paso a un alud de aproximadamente 200 mil toneladas de basura que fueron acumuladas allí desde 2004 y que estaban en proceso de descomposición, además produjo el derrame de una enorme cantidad de lixiviados, que llegaron hasta el río Alpacoma.
El concejal del Movimiento Al Socialismo (MAS) Jorge Silva, uno de los visitantes, expresó su preocupación pues los desechos siguen expuestos y continúa la contaminación del aire en Alpacoma, y porque ni la Alcaldía ni Tersa dan una solución definitiva al desastre ambiental.
“Tenemos este problema de contaminación, el olor es insoportable. Nos dijeron que la celda 15 servirá para depositar esta basura, pero esto ocurrirá hasta septiembre”, lamentó.
El director del Siremu explicó que esta basura continuará acumulándose en el lugar improvisado hasta que se concluya la construcción de la celda 15, y admitió que el plan de contingencia se aplicará hasta septiembre.
Además, precisó que el plan de cierre se extenderá por 15 años y que será ejecutado por otra compañía, que la comuna aún no ha contratado.
Al salir del relleno, en una colina un tractor empujaba basura a la pendiente, a cuyo pie varios obreros la cubrían con tierra. Lo hacía como quien tira los escombros a la quebrada de un río. Ese sitio no tenía la forma de una celda, sino de un talud expuesto al aire libre.
Alcaldía solicita otra ampliación de plazo
La secretaria de la Madre Tierra de la Gobernación de La Paz, Jenny Calcina, informó que la Alcaldía de La Paz solicitó ayer la ampliación del plazo para usar el relleno sanitario de Alpacoma.
“Hemos recibido una solicitud de ampliación del municipio de La Paz. Este documento está en análisis y consideración”, declaró a radio Éxito.
El municipio de Achocalla otorgó plazo hasta el 18 de junio para que La Paz use el relleno sanitario. Dicho período está avalado por el plan de cierre de ese recinto, aprobado por la Gobernación.
El secretario ejecutivo de la comuna, Álvaro Blondel, confirmó el envío de la solicitud y que el plazo solicitado es de 25 días, aunque no especificó si la Alcaldía ya cuenta con un terreno para el nuevo relleno.