Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: viernes 23 de febrero de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
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El MAS insiste con Evo porque es su fortaleza y su debilidad
El politólogo explica que el Movimiento Al
Socialismo “sigue siendo una fuerza política muy fuerte en Bolivia”,
pero ahora “ya no es invencible”.
Lorena Rojas Paz / La Paz
El politólogo Franklin Pareja afirma que el partido oficialista
insiste con postular al presidente Evo Morales porque es su gran
fortaleza, pero a la vez es su gran debilidad. El especialista afirma
que los movimientos ciudadanos están regenerando la democracia desde la
base social.
En esta entrevista con Página Siete, Pareja hace un balance de las
recientes movilizaciones sobre el 21F. También explica que el
Movimiento Al Socialismo (MAS) “sigue siendo una fuerza política muy
fuerte en Bolivia”, pero que ya no es “invencible”.
“Cada día que pasa el presidente Evo Morales está perdiendo esa cualidad
de hombre invencible. Al MAS se lo puede derrotar”, manifiesta.
¿Las movilizaciones por el 21F del miércoles marcan un antes y un después en el país?
Las movilizaciones son un proceso. No es un antes y un después, pero lo
que sí queda claro es que es un reduccionismo decir que las
movilizaciones tienen una paternidad política de alguna de las fuerzas
actuales. La sesgan tratando de desacreditar y en realidad lo que está
surgiendo es un movimiento extraparlamentario, mucho más profundo que
las fuerzas políticas formales actuales.
¿A qué atribuye que pese a la contundencia de la movilización, el Gobierno insiste en minimizar las protestas del 21F?
A una cuestión de sentido común. El Gobierno no va a reconocer en ningún
momento la fortaleza de un movimiento ciudadano. Así que es un discurso
donde justifica lo injustificable o dice lo que no está sucediendo. Eso
es propio de cualquier gobierno del mundo, que tiene que minimizar
sobre todo cuando ve riesgos en algún momento.
¿Cómo se caracterizan estos movimientos ciudadanos en la escena política? ¿Son actores de gran importancia?
Como una regeneración de la democracia, dado que el sistema de partidos
es muy débil. Estos ciudadanos están regenerando la democracia desde la
base social, pero si no se transforman en un instrumento político, se
van a quedar allí. Así que el siguiente paso es que todo este movimiento
tiene que ser capitalizado y tiene que convertirse en una fuerza
política.
¿Cómo queda el MAS después del 21F?, ¿tiene fuerza todavía?
Por supuesto que sí. El MAS sigue siendo una fuerza política muy fuerte en Bolivia. De hecho sigue siendo la primera fuerza en el país. Sin embargo, ya no es invencible y cada día que pasa el presidente Morales está perdiendo esa cualidad de hombre invencible. Al MAS se lo puede derrotar.
Yo creo que ahora la preocupación es más genuina.
En la actualidad, ¿los partidos políticos de oposición tienen una alternativa?
La oposición no sólo se tiene que reinventar, sino también se tiene que
renovar porque es difícil que la población compre una supuesta
alternativa en funcionamiento de esquemas imaginarios antiguos. Por eso,
el punto de inflexión radica en que tiene que haber renovación con una
propuesta diferente.
Y en el caso del movimiento ciudadano, ¿cómo podría convertirse en una alternativa política?
Este movimiento ciudadano no está apuntando precisamente a ser una
plataforma política en el corto plazo. Es un movimiento ciudadano que
rechaza la violación a la institucionalidad y al voto del soberano del
21F, entonces no se le puede pedir al ciudadano: ‘bueno te has
movilizado ahora esto es político’.
Lo que sucede es que esta movilización, si alguna vez quiere tener
eficacia frente al Gobierno, se tiene que transformar en un instrumento
político. Pero para eso todavía tiene que haber un proceso de maduración
y hasta la fecha no hay figuras visibles y tampoco hay un programa
detrás. Esa es la debilidad del momento.
¿No hay un “actor” dentro de los colectivos que se destaque?
Todavía no hay figuras visibles. Pero indudablemente lo que sí hay son
muchos que quieren, con un sentido de oportunismo, capitalizar o
apropiarse de este movimiento ciudadano.
Lo que sucede es que esta movilización todavía tiene una gran cantidad
de ciudadanos con una gran interrogante, y allí probablemente surjan
figuras, pero ojalá no surjan impostores piratas, sino genuinamente
gente que tenga capacidad de transformar el país.
Para el MAS, ¿resulta el movimiento ciudadano una amenaza, algo para temer?
Si son prudentes e inteligentes no tendrían jamás que soslayar ni
infravalorar ningún movimiento ciudadano, porque decir que la ciudadanía
es oposición es un reduccionismo. La ciudadanía es la dueña de la
voluntad popular. Es mucho más que un partido político, y uno si no teme
al dueño de la voluntad popular, obviamente se está encegueciendo y
está cayendo en la soberbia.
En el MAS plantearon que en el caso de que la CIDH falle a
favor de la oposición, todavía queda la opción de que Morales renuncie
de forma anticipada y se habilite como candidato.
¿Esto no podría perjudicar más al partido de Gobierno?
El MAS está haciendo todo por desconocer la voluntad popular. Lo único
que lograrían con una situación de esa naturaleza es profundizar su
descrédito y erosionarse más ante la ciudadanía.
Entonces, lo único que le queda al MAS es tomar una decisión inteligente, que es que el presidente Morales no sea candidato en 2019
¿Por qué el oficialismo insiste con Morales y no se plantea una alternativa?
Porque Morales es su gran fortaleza y su gran debilidad. Porque en el MAS Evo Morales significa una amalgama. Eso significa que todas las organizaciones sociales se amalgaman en Morales, pero también corren el riesgo de que si Morales no asume liderazgo, estas organizaciones sociales se podrían fragmentar, fracturar y luchar internamente por el poder. Por eso Morales al mismo tiempo que es su fortaleza, también es su gran debilidad.
En estos años de la gestión del presidente Evo Morales, ¿no cree
que hayan surgido otras ‘caras’ dentro al MAS que podrían tener
fuerza?
Por supuesto que en el MAS deben haber potenciales candidatos, porque no se puede creer que un partido que tiene 66% de las alcaldías, tiene seis de nueve gobernaciones, tiene cientos de asambleístas no vaya a tener uno o dos sucesores que tengan una musculatura suficiente.
Lo que sucede es que no hay institucionalidad en el MAS y tampoco se practica la democracia interna.
Exactamente lo mismo que ha sucedido con todos los partidos políticos tradicionales, donde está prohibido ser sucesor y aspirar a serlo.
Entonces, prácticamente lo que hacen en el MAS es coartar sus propias
oportunidades. Es absolutamente impensable que se piense que alguien es
insustituible. Eso no existe en ninguna parte del mundo.