Medio: Los Tiempos
Fecha de la publicación: jueves 22 de febrero de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
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Al respecto, el politólogo Fernando García Yapur consideró que las distintas manifestaciones que protagonizaron ayer ambos sectores en diferentes puntos del país, demostraron el poder de movilización en las calles y la capacidad de convocatoria de sus simpatizantes en medio de la disputa política que desarrollan.
Caracterizó las movilizaciones opositoras al Gobierno central como “urbanas”, vinculadas al uso extendido de las redes sociales y dispositivos digitales que utilizan para relacionarse, comunicarse e impulsar las movilizaciones ciudadanas como las concretadas ayer y en pasado mes de enero. En tanto, explicó que las bases movilizadas del Gobierno son compuestas por campesinos y otras organizaciones sociales.
“Más que una articulación virtual, es una articulación orgánica que responde a las estructura de fuerte convocatoria de movilización”, detalló.
García sostuvo que la ciudadanía movilizada exige que se respete la decisión expresada en el referendo de 2016, mientras que los sectores sociales responden a una estructura orgánica tradicional.
Mientras tanto, la analista Erika Brockmann calificó las movilizaciones ciudadanas como un paraguas político, y lo comparó con los resultados del referendo de 2016 que sentó un precedente de la voluntad de las mayorías en contra de la propuesta de un nuevo mandato de Morales.
“Creo que se ha consolidado la prebendalización de las movilizaciones de los sectores afines al Gobierno, que son rehenes de la propaganda del Movimiento Al Socialismo”, sostuvo para explicar las concentraciones oficialistas.
Además indicó que mientras la ciudadanía movilizada sobre todo en el eje central del país utilizó las redes sociales, las dirigencias campesinas evidenciaron una burocratización.
“La Coordinadora Nacional por el Cambio (Conalcam) ya no tiene alma, ha perdido su ‘ajayu’”, afirmó.
A su turno, la analista María Teresa Zegada atribuyó las movilizaciones opositoras a un creciente malestar ciudadano que exceden los intereses particulares, como los evidenciados durante las protestas protagonizadas que demandaron la abrogación del nuevo Código Penal.
“Los reclamos han adquirido un carácter político, porque han transcendido intereses como la demanda de los médicos o transportistas, se han extendido a otros sectores sociales que buscan la libertad de expresión y otros temas que competen a los ciudadanos bolivianos”, explicó.
Perspectivas
Tanto García como Zegada y Brockmann coincidieron por separado al afirmar que las redes sociales y los dispositivos digitales se convirtieron en mecanismos de comunicación que permiten una relación directa y sin intermediarios de políticos tradicionales para generar debates y movilizaciones. Sin embargo, destacaron que estos mecanismos sirven como amplificadores del malestar y las protestas y no se convierten en el eje de las mismas.
Para los expertos, “los grandes perdedores de estas movilizaciones son algunos líderes opositores que en realidad están intentando encabezar este proceso”, señaló Zegada para referirse al fenómeno de las protestas vinculadas a las redes sociales.
Agregó que la percepción para 2019 es un vacío que llama la atención al Gobierno y a los opositores ante la ausencia de un liderazgo y una alternativa de proyecto político para afrontar los comicios presidenciales del próximo año.
12 horas fue el promedio de duración del paro cívico nacional en diferentes puntos del país. Sin embargo, se registraron variaciones.
EL NO GANÓ CON EL 51,31 POR CIENTO EN 2016
El referendo del 21 de febrero de 2016, que consultó a la población sobre si estaba de acuerdo con ampliar a dos las reelecciones continuas, registró una victoria del No con el 51,31% frente al 48,69% que logró el Sí, según datos del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
El No a la reelección triunfó en seis de los nueve departamentos: Santa Cruz, Pando, Beni, Tarija, Potosí y Chuquisaca, mientras que las regiones de La Paz, Cochabamba y Oruro registraron una mayoría del Sí. A pesar de ello y de que el presidente Evo Morales aseguró en al menos seis ocasiones que respetaría esos resultados, el MAS anunció a fines de 2016 que buscará la reelección.
OPINIONES
@JoseMariaLeyes - José María Leyes
“Felicidades Cochabamba, nuevamente hacemos escuchar nuestra voz exigiendo respeto al referendo del 21 de febrero y al voto ciudadano. Cochabamba dijo No”.@GabrielaSCZ - Gabriela Montaño
“Insisto, las muestras de intolerancia y violencia nos duelen a todos y a todas. Debemos convivir en democracia. ¿Quién usa descaradamente a funcionarios para movilizaciones contra el proceso de cambio?”@ArceZaconeta - Héctor Arce
“La democracia es igualdad de participación, es el voto. El Presidente, al ser proclamado como candidato, competirá como todos. Reclamar eliminar al mayor contendiente no es democrático”.@SDoriaMedina - Samuel Doria Medina
“ El 21F fue una demostración de la voluntad ciudadana de defender su voto y decisión de No a la rereelección; en todo el país hubieron manifestaciones; la imagen corresponde al acto en La Paz”.
OPORTUNIDAD PARA INTERPRETAR PROTESTAS
La analista María Teresa Zegada indicó que el Gobierno central tiene la oportunidad de interpretar las manifestaciones registradas ayer para proteger la institucionalidad y velar por el cumplimiento de las normativas vigentes.
“Pienso que es una fuerte llamada de atención al Gobierno, hay una necesidad que revise posiciones”, sostuvo.
Por su parte, la analista Erika Brockmann coincidió con Zegada y añadió que el Gobierno debería darse cuenta de los reclamos y virar en su postura ante la repostulación de Morales. Sin embargo, consideró que no lo hará.
“Lo inteligente sería que se respete la Constitución, y posicionarse como una fuerza más del campo político para las elecciones. El Gobierno como nunca antes debería estar preocupado”, afirmó.