Masiva concentración y enfrentamientos en el paro cívico

Una masiva concentración ciudadana cerró la jornada de movilizaciones en La Paz, donde varias entidades civiles acordaron ayer iniciar una nueva fase de lucha por la democracia y defensa del resultado del referendo del 21 de febrero y en rechazo a la repostulación del presidente Evo Morales.

Las entidades agrupadas en el Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade), junto a la Asamblea de la Paceñidad, protagonizaron desde tempranas horas de la mañana de ayer un paro cívico que, pese a los esfuerzos del gobierno por opacarlo, fue contundente en la Sede de Gobierno, donde la gente de manera espontanea salió a las calles. Los colectivos ciudadanos tuvieron que cambiar la sede de su concentración de la plaza San Francisco hacia el atrio de la Universidad Mayor de San Andrés, donde la gente se concentró de manera masiva, agitando cientos de banderas tricolores. En un manifiesto público leído ante la concentración, exigen al Órgano Judicial, Electoral y Legislativo el respeto a la decisión mayoritaria del pueblo, expresada a través del voto, más aún tratándose de resultados que tienen carácter vinculante. El rector de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), Waldo Albarracín, aseguró que la masiva concentración es un mensaje de que el pueblo este 21 de febrero, le dice al poder político que quiere “democracia si, dictadura no”, y lamentó que el Tribunal Supremo Electoral se haga de la “vista gorda” al no pronunciarse sobre la legalidad o no una repostulación de Morales en 2019. “A partir de hoy se inicia la lucha por preservar la democracia”, dijo Albarracín, exdefensor del Pueblo, que acusó a los magistrados del Tribunal Constitucional de haber emitido una “sentencia criminal” contra la democracia, porque desconocieron la voluntad de más de dos millones de bolivianos que dijeron ‘No’ a la cuarta postulación. Cocaleros y bloqueadores en Sacaba provocan un altercado Vecinos de Sacaba, Cochabamba, que bloqueaban en la avenida Villazón a la altura de Chaquimayu, se enfrentaron ayer por la tarde con un grupo cocalero. En el lugar, palos y piedras fueron lanzaron de un lado a otro y para evitar consecuencias la Policía tuvo que usar agentes químicos. El altercado se registró luego de que los cocaleros participaron en un acto de proclama de la candidatura de Evo Morales en la ciudad de Cochabamba. Finalizado el acto y cuando volvían al trópico en buses se toparon con el bloqueo en Sacaba de gente que manifestaba su rechazo a la repostulación del presidente Evo Morales y acataban el paro cívico. Ante la negativa de los bloqueadores de dar paso a los buses de los cocaleros se registró el choque donde se observó que se lanzaban palos y piedras de un lado a otros. Gobierno califica como “un fracaso” El Gobierno mediante los ministros de Gobierno, Carlos Romero y de la Presidencia, Alfredo Rada, calificaron ayer el paro cívico como de los colectivos ciudadanos como un fracaso y argumentaron que el aparato productivo no detuvo sus actividades. El ministro Romero en Santa Cruz indicó: “Es un paro cívico que ha fracasado porque es un paro político. Más allá de bloqueos esporádicos en algunos puntos en ciudades capitales, está trabajando, el aparato productivo es normal y las actividades industriales, de comercio, salud, se desarrollan de manera normal”. Disparan un proyectil de gas Efectivos antidisturbios de la Policía Boliviana dispararon ayer un proyectil de gas lacrimógeno contra la humanidad del hijo de Waldo Albarracín, uno de los activistas de Conade e impulsor de la movilización por el respeto al No de los resultados del referendo del 21 de febrero de 2016. El incidente se produjo a media cuadra de la UMSA, donde Waldo, su hijo Franco Albarracín y otros manifestantes fueron rodeados por policías antimotines. Uno de ellos, en el arranque, disparó el proyectil desde la motocicleta, que impactó en la pierna izquierda del joven que cayó inmediatamente al piso. El joven fue auxiliado por los manifestantes y llevado hasta las inmediaciones de la UMSA, donde verificaron que se trataba de una lesión que le imposibilitó en ese momento sostenerse. Visiblemente contrariado, Albarracín dijo ante los medios que fue el ministro de Gobierno, Carlos Romero, quien instruyó a la Policía planificar y definir una acción represiva contra su persona y su familia.