El Tribunal Supremo Electoral (TSE) ha bajado la bandera a cuadros para la carrera electoral con la publicación de 13 reglamentos, en los que ha ratificado algunas ventajas de las que ya gozaba el binomio oficialista y ha creado otras.

La primera ventaja del Movimiento Al Socialismo (MAS) es que participa del proceso electoral con un binomio inconstitucional y que ha sido avalado, primero, por el Tribunal Constitucional Plurinacional y, luego, por el Tribunal Supremo Electoral.

La segunda ventaja, que ya estaba establecida en la Constitución, pero que ha sido ratificada durante la convocatoria a elecciones, es que todos los candidatos que estén ejerciendo funciones públicas deben renunciar a sus cargos faltando tres meses para las elecciones, a excepción del presidente Evo Morales y del vicepresidente Álvaro García Linera. Entre los afectados están el gobernador de La Paz, Félix Patzi, y los senadores Óscar Ortiz y Edwin Rodríguez, además de todos aquellos que se inscriban en las listas de candidatos al Legislativo. El punto es que quien se queda en su cargo puede seguir haciendo campaña con recursos del Estado.

La tercera ventaja es la asignación del dinero para la propaganda electoral en medios que será pagada con recursos públicos. El TSE  ha dispuesto para este fin 35 millones de bolivianos, de los cuales  10,9 millones serán para promocionar al binomio oficialista, mientras que se destinará 2,3 millones para Comunidad Ciudadana, de Carlos Mesa y Gustavo Pedraza. La autoridad electoral explicó que el 60% de ese dinero está siendo distribuido de manera equitativa entre todos los participantes y el 40% en función a la votación que los partidos obtuvieron en las elecciones de 2014.

En todo caso, los 10,9 millones de bolivianos que serán destinados al MAS resultarán siendo una cifra irrisoria frente al uso del aparato estatal en la campaña electoral, lo que incluye aviones, transmisiones en vivo de todos sus actos en Bolivia Tv, movilización de adeptos con la logística estatal y propaganda electoral en medios como si fuera propaganda de la gestión gubernamental.

Y justamente esa es la cuarta ventaja a la vista. Uno de los reglamentos establece que se podrá hacer “propaganda gubernamental” en medios hasta 30 días antes de las elecciones. Se refiere a la propaganda de la gestión de gobierno y la norma debería aplicarse para todos (gobierno central, departamentales, municipales, etc.), pero como todos ellos deben renunciar, el mayor beneficiado será el binomio del MAS. Sacando cuentas, el MAS tendrá la propaganda gubernamental hasta 30 días antes de las elecciones y los últimos 30 días tendrá la propaganda electoral.

La quinta ventaja recopilada, al contrario de las anteriores, no está escrita en los reglamentos, sino que fue eliminada de los mismos por el Tribunal Constitucional en una anterior elección. Antes se establecía un límite de 15 minutos en las transmisiones de los actos de gestión del gobierno en etapa electoral, pero ahora ya no existe ninguna restricción de tiempo.

Como se puede observar, los reglamentos están hechos a medida del MAS, tal como lo está el fallo del Tribunal Constitucional que habilita la candidatura ilegal de Evo Morales y Álvaro García Linera.

Existen otros aspectos en los reglamentos que bien podrían ser un atisbo de ecuanimidad de parte del TSE, pero terminan, en última instancia, siendo nimiedades frente a lo ya expuesto.

Por ejemplo, se prohíbe el cobro de aportes a los funcionarios públicos para la campaña. Eso es algo que el MAS viene haciendo hace años, pero como no se puede comprobar que los pagos son obligatorios, pasan como aportes voluntarios y, por tanto, no ameritan sanción.

En su edición del lunes, Página Siete recopiló una decena de precedentes que debilitaron la credibilidad del TSE en el último tiempo, incluyendo la renuncia de más de 30 personas clave, las militancias falsas, y otros. En ese contexto se hizo la convocatoria a elecciones y los reglamentos resultaron ser una especie de corolario para consolidar una tendencia de favorecimiento al binomio oficialista. 

La presidenta del TSE, María Eugenia Choque, pidió respeto para el TSE, en medio de solicitudes de renuncia de los vocales. Es justamente lo que espera la ciudadanía del TSE, respeto a las leyes, a la institucionalidad y a la democracia.