Medio: Opinión
Fecha de la publicación: viernes 31 de mayo de 2019
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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Este
uso de la religión con fines electorales se intensificó en el inicio de
la campaña electoral. Una ceremonia interreligiosa marcó el punto de
partida de la campaña del MAS. “Q’oas” andinas, rezos católicos y
oraciones evangélicas legitimaron a los candidatos oficialistas como
“enviados de Dios”. Un convenio entre el Gobierno y la Iglesia
metodista, cuidadosamente publicitado, fue el escenario para la entrega
de un “bastón de mando” al Presidente. El cardenal Toribio Ticona hizo
un vehemente llamado para apoyar electoralmente a Evo Morales, en una concentración campesina.
Todo
esto, después de que hace más de un mes se promulgara la ley de
“Libertad Religiosa”, en la cual, se supone, se profundiza el Estado
laico consagrado en la Constitución Política del Estado. Nada de eso es
real. Como en el resto de América Latina, los actores políticos buscan
instrumentalizar la religión para obtener apoyo electoral entre los
militantes religiosos. Si bien la Iglesia católica pierde fieles, otras
expresiones religiosas como las iglesias evangélicas pentecostales
incrementan constantemente su influencia social y política.
¿A
dónde conduce la instrumentalización de la religión? Pues a la pérdida
de la cualidad democrática de un Estado. La discusión razonada en un
contexto deliberativo ya no es más la base para la competencia
electoral. Ahora se buscan las alianzas con determinadas autoridades
religiosas, que negocian el voto de sus feligreses, como los sindicatos
negocian el apoyo de sus afiliados. Los actores políticos ya no son
portavoces de demandas sociales, sino “elegidos por la divinidad”. Y,
frente a esta divinidad, no hay discusión que valga. Solo queda el ciego
sometimiento. Así, la instrumentalización de la religión es la antesala
del autoritarismo populista.
¿Qué puede importar la ley y la Constitución, si es que “el pueblo” y la “divinidad” han designado a quienes gobernarán Bolivia los próximos 500 años?