Hubo escaramuzas de violencia, principalmente por parte de la Policía que decidió reprimir algunos bloqueos.

Aunque también hubo excesos de alcohol, pero que no pasaron de ser anecdóticos.

Los niños podían salir a pasear con sus padres, a jugar con sus amigos, en fin, la jornada mostró un civismo que a la vez era un claro mensaje político. 

Asimismo, las oficinas públicas, tal como se había anticipado abrieron sus puertas y atendieron a los ciudadanos, reforzando aún más el concepto de un paro pacífico.

Creatividad. La movilización ciudadana, no solo en este paro, sino desde que empezaron las protestas previas ha desarrollado la creatividad de los ciudadanos, que se han expresado de diferentes formas, ya sea con disfraces, carteles y formas llamativas de expresarse. Asimismo, la libertad en las calles motivó a algunos a compartir alimentos, juegos y otras actividades poco ortodoxas para una protesta.

Descargo. Las movilizaciones, de las que también han participado los oficialistas para apoyar la candidatura de Evo Morales, han demostrado, por un lado, el espíritu democrático del pueblo boliviano, y por otro, la necesidad de expresarse políticamente sin necesidad de militar en una tienda política. La jornada despertó una conciencia colectiva en todo el país que gana desde el momento en que se venció a la violencia para poder manifestarse.