La muestra, de 2.250 entrevistas, fue tomada entre el 25 de abril y el 12 de mayo con un margen de error máximo de 2,5 puntos. Las nueves ciudades, además de El Alto; 17 ciudades intermedias, y 31 poblados del campo formaron parte de este trabajo que coincidió con el estallido del llamado caso Montenegro, que involucra a policías con el narcotráfico.

En poblaciones rurales, el 57% de los habitantes, cinco de cada 10 bolivianos, expresó su “sentimiento positivo” en favor del presidente Morales. Si eso sucede en el área rural, en las ciudades intermedias, el 47,03% tiene un “sentimiento positivo” hacia la figura del Jefe del Estado, según estos datos.

En un sentido opuesto, el 60,69% mostró un “sentimiento negativo” hacia Morales, eso significa que seis de cada 10 bolivianos que viven en ciudades le asignaron un puntaje de desaprobación.

Los resultados globales indican que hay un 51% de “sentimiento negativo” para el mandatario Morales; el “sentimiento positivo” está segundo con 37,07%, y el “sentimiento neutro” suma 12%.

 RAZONES. El dirigente y concejal paceño por el Movimiento Al Socialismo (MAS) Jorge Silva señaló ayer que aquel aprecio al Jefe del Estado no solo es en el área rural. “Es también en las zonas populares de las ciudades, donde hay un gran afecto al presidente Morales por una identidad de clase”.

Consultado sobre ese 60,69% que rechazaría a Morales en las ciudades, Silva se mostró reflexivo. “No nos extraña que esa votación esté justamente en estos sectores (ciudades). Desde 2005, de un 35% que votó contra el MAS, el 90% estaba en centros donde están clases medias y altas”.   

El senador potosino Edwin Rodríguez, candidato a vicepresidente por Bolivia Dice No (21F), admitió que una de las asignaturas pendientes de la oposición es tener presencia en el área rural. “Es verdad, hay que trabajar más en el campo y por eso estamos realizando alianzas con organizaciones indígenas y campesinas”, apostilló.

Rodríguez cree que ese 56,98% que expresa su “sentimiento positivo” a la figura de Morales en el área rural en realidad “está controlado por organizaciones sindicales que controlan a las bases bajo mecanismos de sanciones”. El senador, quien se identifica como indígena del norte de Potosí, también consideró que los casos de corrupción también afectaron en la puntuación detectada.

Ricardo Paz, asesor de campaña de Comunidad Ciudadana (CC), señaló ayer que confía más en los resultados del área urbana. “En lo que se refiere el área urbana, la muestra es representativa; pero sobre las áreas rurales, no es muy importante, no confío”. El candidato de CC, Carlos Mesa, que está a 11 puntos de Morales, según Tal Cual, se reunió el 29 de marzo con representantes de las 20 provincias paceñas en El Alto, precisamente con la idea de buscar el voto rural el 20 de octubre.

La encuesta reveló también que un 28,62% expresó un “sentimiento positivo” hacia Morales en las ciudades capitales. En el área rural hay también un 32,09% que tiene “sentimientos negativos”,  aunque muy por debajo de ese 57% de calificación positiva.

 En el caso de las ciudades intermedias, después del 47,03% que muestran apreció, un 34,59% exteriorizó puntajes negativos.

Para la cuantificación de las expresiones negativas y positivas, los encuestadores también pidieron a los entrevistados calificar al Jefe del Estado a partir de una escala de uno a 100 puntos. Un 31,20% se ubicó dentro de la subcategoría de 20 a 45 puntos y un 23,64%, en el subgrupo de 55 a 80 puntos.

La encuesta de Tal Cual, la primera de alcance urbano-rural, se desarrolló a cinco meses de los comicios generales de este año.

Lo rural es crucial

Por Armando Ortuño analista electoral

En términos electorales, las zonas rurales son muy importantes, no solo porque siguen representando un porcentaje apreciable del Padrón Electoral, aproximadamente 30%, sino también porque en los últimos 10 años han concentrado sus preferencias electorales en una sola fuerza política, aquella que lidera el presidente del Estado, Evo Morales.

La encuesta de Tal Cual ratifica la notable presencia del oficialismo entre los electores rurales: solo tres de cada 10 personas tienen una percepción negativa de Evo Morales. Por tanto, ese líder político podría contar con un electorado potencial de casi 70% en las miles de localidades pequeñas y regiones rurales dispersas que componen el territorio nacional. Es un voto intenso que puede desbaratar las expectativas de los candidatos implantados principalmente en las ciudades capitales y de los analistas encapsulados en los universos urbanos y las redes sociales.

No está demás decir que este comportamiento tiene su racionalidad: la mejora de las infraestructuras y la reducción de la pobreza se percibe siempre con mayor intensidad entre los que estuvieron siempre excluidos. A lo que se agrega la relevancia social que tienen las organizaciones campesinas en esos lugares y la obvia identificación de muchos de ellos con un Presidente de origen rural e indígena.

De hecho, estos habitantes tienen también prioridades y percepciones diferenciadas sobre los problemas del país: siguen relativamente más preocupados por los problemas económicos y servicios sociales, y algo menos interesados en problemas institucionales, como la corrupción o la delincuencia.

Así, en las áreas rurales, los indicadores de preocupación que presenta esta encuesta en cuanto a la falta de oportunidades, incluso, es menor a las cifras de las ciudades intermedias.

Como en ninguna otra elección, esta fuerte diferenciación entre los comportamientos electorales urbanos y rurales va a pesar en el resultado final que se dé tras el 20 de octubre. Siendo además un reto adicional para el candidato que se imponga en esos comicios de alcance nacional: gobernar para todos, incluyendo a aquellos que, en ciertas zonas y territorios, votaron masivamente por otra opción.

(24/05/2019)