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Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: miércoles 21 de febrero de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
Dirección Web: Visitar Sitio Web
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¿Por qué me voy a manifestar hoy 21 de febrero?
Obviamente, con estos adjetivos los masistas deben pensar que soy un
opositor y que, obviamente, no voy a seguir la voluntad del pueblo,
concentrada en la voluntad del jefe de querer cambiar las leyes y la
Constitución para ser presidente por cuarta vez.
Obviamente piensan que voy a salir a protestar hoy en contra del
“cambio” y sus bases que obedecen a su gobierno, partido, sindicato,
junta vecinal; también van a pensar que quiero que este gobierno se
acabe, que vuelva la derecha neoliberal, y que cuando acabe de
protestar, voy a volver a mi burbuja alienada de la zona Sur, para
aislarme de la realidad del país, y no tener que juntarme con la nueva
clase burguesa aymara, que ya tiene platita y que jamás va dejar que
este gobierno se acabe. Bueno, para los masistas, pero están muy
equivocados (no es novedad); pero sí tienen razón en la parte de que
este 21F salgo a protestar.
Sinceramente mi biografía poco va importarle a la gente del MAS, porque
da igual lo que argumente. Mi estrato social, lugar de residencia,
color de piel, nombre ya me delatan y no me dejan expresarme libremente.
Soy objeto de prejuicios y discriminación (¿usted es de aquí? ¡Gringo
parece!) y si empiezo a decir algo en contra del gobierno, en contra de
la derecha, en contra del imperio… la verdad, diga lo que diga, igual ya
la gente cree que sabe lo que pienso, lo que digo, y todo relacionado
con mi estrato social, lugar de residencia, color de piel, nombre, y NO
con lo que mi cabeza de verdad piensa.
Qué pena, pero todo es una construcción y la realidad social en la que
uno vive ha sido ya construida por la sociedad para uno. Pero no me
importa, igual me van a juzgar, me van a tratar de callar, me van decir
“jailón no hables en contra del gobierno”. O me van a decir, no seas
hipócrita, no defiendas a este gobierno masista, ¡eres k'ara jailón y
tienes que defender a los tuyos!
Así que diga lo que diga o me quede callado estoy jodido de nacimiento,
mi posición de privilegio no permite que mis opiniones lleguen a la
gente sin prejuicios, pero ni modo, hoy tengo ganas de expresarme desde
mis ideas, le guste a quien le guste, lea quien lea.
Da igual donde he nacido, donde me he criado y qué color de piel tengo (bien k'ara, por si acaso); las ideas son de todos y trascienden estúpidos, y mezquinos prejuicios sociales.
Escribo desde mi posición como un ciudadano libre, de pleno derecho y
con todas las ganas de ser escuchado. En el pasado (la década pasada),
sí creí que Bolivia estaba viviendo un cambio, algo histórico, algo que
iba a crear, para bien o para mal, un sistema nuevo. Bueno, la mala
noticia me llegó con la madurez intelectual, nada ha cambiado en las
estructuras del poder; sí han cambiado los actores, pero las formas del
Estado, del autoritarismo no han cambiado.
Estamos a un paso (que el Gobierno ya ha dado, pero los ciudadanos aún
No han votado en las próximas elecciones) de retroceder 40 años, a la
dictadura de Banzer, a la influencia extranjera directa en la política
(como digo los actores han cambiado: Estados Unidos, Venezuela, China
pero las estructuras no), al abuso de poder y al enriquecimiento de la
clase política de manera ilegal, y desigual. Y sí, lamentablemente
estoy escribiendo en 2018 y no en 1998.
Qué pena que tuve que desilusionarme de un gobierno de “izquierda”,
hipócrita, corrupto y que de ninguna manera ha seguido su propia
ideología socialista. Eso sí que es un mal chiste, pensar que nos
gobierna un Movimiento Al Socialismo; más bien es un estancamiento en el
corporativismo, autoritarismo, capitalismo primitivo y otros 50
adjetivos que todo el mundo ya conoce pero nadie repite.
Es también una pena que todos nosotros, generación Millenial, que vimos
la caída del Goni, el 2003, tuvimos que aprender con malas experiencias
que “todo será igual pese a que todo habrá cambiado”, muy sabio Tomasi
de Lampedusa en el Gatopardo, pues después del cambio del régimen, otra
vez vemos que todo sigue igual después de tantos “cambios” y
“revoluciones” .
Si algo ha cambiado son los nuevos actores sociopolíticos, pero las
viejas estructuras perduran; seguimos viviendo en la misma realidad
política de hace 40 años, en el mismo subdesarrollo (esta lindo el
Teleférico pero no ha reemplazado a los minibuseros, ni al desastroso
sistema de tráfico paceño) y, lo peor, en el mismo autoritarismo.
Todos ya conocen los argumentos para salir hoy a protestar, sea de
derecha o izquierda, jailón o no jailón, joven, viejo, aimara o k'ara,
camba o colla, lo que sea, todos vamos a vivir las consecuencias de un
cuarto gobierno masista. Todos vamos a padecer el autoritarismo, la
próxima crisis económica, las amenazas (que ya recibí el año pasado) del
Gobierno si no haces o dices lo que ellos quieren.
Mis razones son simples y básicas: no quiero vivir en una dictadura, no
quiero volver al siglo XX porque vivo en el siglo XXI (¡hasta Raúl
Castro va a renunciar a la presidencia en Cuba! ¿Se pueden imaginar?) y,
sobre todo, porque nadie me va a amenazar, ni me van hacer sentir mal,
que yo o los míos podemos decir o hacer lo queramos.
Y sí queremos vivir en un mínimo Estado de Derecho, en el que
mínimamente se respetan las leyes y la Constitución, voy a exigir al
Gobierno que respete sus propias leyes, la sucesión del poder y el
principio básico de legitimidad del pueblo, que ejerce su voluntad a
través del voto.
Yo nací en democracia hace 33 años. Qué pena que no le guste al
Gobierno que uno exprese lo que piensa, pero pienso que nadie quiere un
gobierno autoritario e ilegal. Hoy 21F quedará claro mi punto de vista y
sino no queda, de nuevo a las calles, hasta que ya no puedan dejar de
escucharnos.
Rodrigo Urriolagoitia es un ciudadano con sentido común.