Los cívicos del país se reunieron en pasados días y volvieron a exigir la renuncia de todos los vocales del Órgano Electoral con la finalidad de transparentar el proceso electoral y recuperar la confianza de la población. La crisis por la que atraviesa el TSE será analizada por candidatos de la oposición, comités cívicos y plataformas ciudadanas del 21F, en este mayo, y ratificarán también el pedido de renuncia de todos los vocales porque no garantizan un proceso electoral transparente.

El propio Presidente del ente electoral, mediante una misiva a sus colegas, reveló 7 tópicos que dejan en evidencia que hay una “crisis estructural”, y que ponen en riesgo una administración eficiente de los comicios de octubre. La renuncia al cargo de la Jefa de la Unidad de Auditoría Interna del TSE, Trinidad del Carpio, agudiza la crisis, al denunciar acoso laboral, hostigamiento y presiones de la presidenta María Eugenia Choque y de otros servidores públicos de jerarquía.

Este alejamiento se suma a las decenas de renuncias y destituciones en el TSE, desde que dimitieron el ex vicepresidente José Luis Exeni y la ex presidenta Katia Uriona a fines del año pasado. Se asegura que se restringe información y hay tantos cambios de personal, la gente está muy susceptible; servidoras públicas de menos jerarquía comentan que el trato al personal cambió bastante desde que Choque asumió la Presidencia del Órgano Electoral.

“Ella centralizó todo, incluso instruyó que los vocales no brinden declaraciones ni proporcionen información que soliciten los medios de comunicación. Una nota editorial de un medio de comunicación escrito alerta sobre la desintitucionalización del TSE y es tan grave lo que sucede, que uno de sus vocales cree que es posible que no pueda administrarse adecuadamente el proceso electoral de este año”.

Se dice que el MAS ha interferido de tal manera en el Tribunal, eligiendo de entre sus simpatizantes a 5 de los 6 vocales, que esta entidad, otrora tan apreciada por los bolivianos, está hecha añicos. Recordamos que en el tercer congreso de plataformas y organizaciones en Sucre se determinó “la resistencia ciudadana” y exigir la renuncia de los vocales del TSE, por dictar resoluciones contrarias a la Constitución, y porque no tienen moral para dirigir actos democráticos, por ser serviles y funcionales al Gobierno.

Ahora está pendiente la interpretación del Art. 23 del pacto de San José, el desconocimiento al voto del 21F, la persecución de la justicia corrupta a los que se oponen al gobierno. Y la tremenda falta de independencia del Órgano Electoral y la preocupación de los bolivianos ante un inminente fraude, con estilo venezolano. El esfuerzo a nivel internacional da sus frutos, ya que el canciller de la República Federal de Brasil, Ernesto Araújo, se comprometió a consultar ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA) si el Art. 23 de la Convención Americana de Derechos Humanos señala que la reelección indefinida es un derecho humano, tal como planteó la sentencia del TCP que habilitó a Evo Morales para repostularse a la Presidencia de Bolivia.

Brasil como estado garante tiene esa facultad internacional según convenios y se espera una respuesta antes de las elecciones generales del 20 de octubre. El experto en Derecho Internacional, Álvaro del Pozo, señaló que el próximo mandato de Evo Morales no sería reconocido por organismos internacionales y de los estados miembros de la OEA. Pozo señaló que si bien la Corte emitiera una opinión en la que indique que el Pacto de San José no protege la reelección indefinida, la autorización a Morales a candidatear ya no tendría bases legales. Como hay un cambio del ciclo político en la región, no sería extraño conocer declaraciones de Brasil, Chile, Colombia y otros estados de desconocimiento al próximo periodo de gobierno, si es que Evo Morales gana las elecciones, dijo el jurista. Los bolivianos estamos alertas ante un nuevo escenario político, donde se juega la vida democrática de Bolivia.