- Oxígeno Digital - Patzi afirma que el MTS lo eligió como candidato a la presidencia, pero no descarta aliarse con Andrónico
- Oxígeno Digital - Tras perder al MAS, Evo dice que el tema de la sigla es “secundario” y sus abogados anuncian impugnaciones
- ERBOL - Oficial: Resolución del TSE reconoce a ala ‘arcista’ como directiva del MAS
- PANAMERICANA 96.1 - Conade, demanda suspender los comicios para la elección de nuevas autoridades de justicia y la renuncia de los vocales del TSE
- El Diario - Elecciones y bicentenario Severo Cruz Selaez
- El Diario - TSE cumple sentencia y reconoce a García como presidente del MAS
- El Diario - Demandan suspender judiciales y renuncia de vocales del TSE
Medio: El Día
Fecha de la publicación: miércoles 21 de febrero de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
Dirección Web: Visitar Sitio Web
Lead
Contenido
Las “peleas callejeras” más memorables y legítimas de los últimos tiempos, son sin duda alguna, las que se libraron para conquistar el restablecimiento de la democracia, después de largos y duros años de dictadura militar. No menos importantes fueron las movilizaciones ciudadanas de mediados de los años 80 que exigieron acciones más drásticas en contra del narcotráfico que estaba haciendo metástasis en la sociedad boliviana y que amenazaba con convertir al país en un narco-estado. El remezón del asesinato del ilustre científico Noel Kempff Mercado obligó a las multitudes a salir a las calles y exigir respuestas contundentes contra este fenómeno que lamentablemente nos amenaza con la misma fuerza otra vez.
Hay que decirlo con claridad, que el denominado “proceso de cambio” nació en las calles a partir de las movilizaciones iniciadas a principios del nuevo milenio. Fue la calle la que “parió” una nueva agenda para la democracia y para el país, la que dio origen a una nueva constitución y nuevos desafíos para la vida política, básicamente orientados a la inclusión, la transparencia y la mejora de la calidad de vida de las grandes mayorías.
Hoy estamos viviendo una nueva etapa en esta larga y azarosa lucha por mantener viva la utopía de la democracia, el estado de derecho y la libertad. La inmensa movilización ciudadana que ha surgido a partir de los intentos por volver a la autocracia, es tan significativa y trascendente como las que coparon las calles para derrotar a los tiranos del pasado.
Ese mismo soberano que sale hoy a las calles, es el mismo que votó hace dos años por mantener los principios democráticos y evitar el atropello a la constitución. Al frente tiene a un Gobierno que juró respetar y hacer respetar las leyes y que, además de las normas, ha traicionado las banderas que levantó la población en el 2003.
La población sabe que está haciendo historia; está consciente del aporte que le hace a la sociedad y mantiene el compromiso de mantenerse vigilante ante los atentados que se están perpetrando en contra de la libertad. Es una lucha pacífica, entusiasta, solidaria y llena de mística que involucra al más amplio abanico de sectores nunca antes visto. Se trata de una causa que penetra transversalmente a todas las franjas de la ciudadanía y que la impulsa a unirse en las calles.
Hoy estamos viviendo una nueva etapa en esta larga y azarosa lucha por mantener viva la utopía de la democracia, el estado de derecho y la libertad. La inmensa movilización ciudadana que ha surgido a partir de los intentos por volver a la autocracia, es tan significativa y trascendente como las que coparon las calles para derrotar a los dictadores del pasado.