Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: lunes 06 de mayo de 2019
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Democracia interna y divergencias
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La noche del 1 de mayo, Hernández Paredes publicó en sus cuentas de redes sociales fotografías de un grupo de 24 personas, todas con ponchos rojos, en un acto de la campaña masista de 2014. En los retratos posan junto al mexicano el ministro de Comunicación, Manuel Canelas; la viceministra de Gestión Comunicacional, Leyla Medinaceli, y el secretario general de la Vicepresidencia, Héctor Ramírez, entre otros.
“Agradecer a la compañera @LeylaMedinaceli y a Héctor Ramírez [El Toro] por las gestiones que hicieron posible nuestro regresó a este hermoso país para defender éste proceso de Cambio que llevamos en el corazón. Sin Leyla no hubiéramos podido llegar a Bolivia con financiamiento, y sin Héctor no hubiéramos podido estrenar el documental El Robo: Cuando las leyes se escribían en inglés, producción audiovisual de #NEURONA?? que de a poco se convierte en la punta de lanza de la estrategia de campaña de este octubre próximo”, escribe Hernández, entre más agradecimientos revolucionarios.
Leyla Medinaceli no era funcionaria del Ministerio de Comunicación en 2017 ni en 2018; entonces la titular de esa cartera de Estado era Gisela López y fue durante su gestión cuando Neurona recibió las adjudicaciones directas por campañas en redes sociales y audiovisuales. No obstante, la exministra no recibe ni una mención de Hernández. López no se pronunció y Medinaceli no respondió públicamente por las alusiones.
“Hay pugna entre la gente de (Gisela) López y la de (Manuel) Canelas. Aunque todos trabajaron juntos en un momento, después compitieron por dirigir la campaña”, dijo una fuente que por evidentes razones pidió mantener su nombre en reserva.
El diputado opositor Wilson Santamaría declaró a Los Tiempos: “Pienso que esto es una ‘vendetta’ de la exministra López, porque eran sus compadres estos de Neurona, para atacarse entre masistas, a la nueva gestión de Canelas. ¿Por qué sacarse fotos y agradecer a los que continúan la nueva gestión? Es para desprestigiarlos”.
La noche de los ponchos rojos
En las fotos de los ponchos, además de actuales funcionarios, posan varios activistas extranjeros, el estratega político Wálter Chávez y la conductora del programa Esta casa no es hotel, Susana Bejarano. Corría el año 2014 y Neurona aún no se había creado. Cuatro años después la firma del “activista solidario” obtuvo contratos estatales por al menos 12,4 millones de bolivianos.
“La reunión de los ponchos fue un acto social realizado en 2014, como resulta evidente por las fotografías... Una reunión de amigos a la que los invitados trajeron los ponchos que se iban a llevar a sus países como recuerdos de nuestra cultura”, explicó Susana Bejarano sobre las fotos en las que aparece. Y reafirmó: “No tengo nada que ver con César Hernández ni con la empresa Neurona”.
La publicación de esas fotos con los agradecimientos de Hernández levantó críticas de la oposición. “La célula Ponchos Rojos de la Comunicación Plurinacional (PRCP) exhibe sus hazañas dentro y fuera del país. ¡Y tienen el descaro de hablar de libertad de expresión e independencia profesional!”, escribió -por ejemplo- el exvicepresidente y candidato a la presidencia por Unidad Cívica Solidaridad (UCS), Víctor Hugo Cárdenas.
La investigación
¿Qué motivó a Hernández a desempolvar esas fotografías? Algunos ven una advertencia. “El director de Neurona manda un mensaje al ministro Canelas, a su viceministra Medinaceli y a su equipo: ¡Cómo! ¿Qué es eso de investigarnos si ustedes nos llamaron y fueron parte del mismo grupo? ¿Autoinvestigación?”, opinó en el periodista Andrés Gómez.
El pasado 27 de marzo, después de que se publicaran las adjudicaciones directas que había obtenido Neurona en 2018, el ministro Canelas remitió ocho contratos estatales directos a la Controlaría. Aún se esperan los resultados de esa investigación.
Para el senador Demócrata y candidato presidencial Óscar Ortiz, más allá de las internas, las publicaciones de Hernández son una admisión de culpa. “Es una confesión clara del director de Neurona de sobreprecio y muestra cómo se le ha dado dinero en exceso a fin de no sólo retribuir a quienes trabajaron en las campañas del MAS en 2014, sino a su vez utilizar recursos públicos bolivianos para financiar campañas de partidos afines al MAS en otros países”, sostuvo.
La campaña masista, en la mira
En 2014, cuando César Hernández Paredes llegó a Bolivia, la campaña electoral del MAS tenía como asesor a Wálter Chávez. Pronto el mexicano logró posicionarse como estratega del Gobierno para campañas como la del mar. ¿Participa ahora en la campaña masista con miras a las elecciones?
Si no es así, Hernández Paredes hace lo posible para que así parezca. En sus recientes publicaciones en Facebook aseguró que el documental El Robo, por el que el Gobierno pagó 783 mil bolivianos a Neurona, es la “punta de lanza” de la campaña masista.

“Sin Leyla (Medinacelli) no hubiéramos podido llegar a Bolivia con financiamiento, y sin Héctor (Ramírez) no hubiéramos podido estrenar el documental El Robo: Cuando las leyes se escribían en inglés, producción audiovisual de #NEURONA?? que de a poco se convierte en la punta de lanza de la estrategia de campaña de éste octubre próximo”, escribió Hernández en sus cuentas de redes sociales.
En esas, precisamente, el mexicano publica constantemente enlaces a favor del MAS. En las últimas semanas reproduce todo lo relacionado a Adriana Salvatierra, actual presidenta del Senado.
Paredes, según información oficial, dejó el país a principios de 2019. Los últimos meses, según él mismo publicó, trabajó con su equipo en la campaña política del izquierdista partido político Podemos, de Pablo Iglesias, para las elecciones de España.