Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: lunes 22 de abril de 2019
Categoría: Órganos del poder público
Subcategoría: Órgano Ejecutivo
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Es el caso de la mexicana Neurona Consulting, que en un corto periodo de tiempo logró obtener ganancias que ascienden a 12,5 millones de bolivianos, gracias a los contratos directos con el Estado para realizar trabajos de comunicación, traducidos en productos para la campaña marítima, plataformas digitales, fortalecimiento de la gestión gubernamental en redes sociales, además de un polémico documental pronto a estrenarse, cuyo título El robo, no deja ser sugestivo y tendencioso para dar cuenta de los beneficios económicos logrados por la citada consultora, con una data de creación de 19 de febrero de 2018 –menos de dos años– y un patrimonio inicial declarado de apenas 5.000 dólares.
César Hernández, propietario y director de Neurona, en 2017, ya realizó tres servicios de consultoría bajo la modalidad de invitación directa adjudicada en el extranjero por un monto global de 1.201.696,24 bolivianos. El primero, el 13 de septiembre, por 257,150 bolivianos; el segundo, el 14 de noviembre, por 758.946,24 bolivianos; y la tercera, el 18 de noviembre, por 185 mil bolivianos.
En 2018 realizó cuatro contratos. El 2 de febrero elaboró la estrategia comunicacional “Mar para Bolivia”, en un tiempo récord de cinco días, por 117.100 bolivianos; el 23 de marzo, efectuó la producción de ocho espots y un videoclip de la campaña “Mar para Bolivia”, en un plazo de ocho días, por 718 mil bolivianos; el 12 de junio, la realización del filme El robo, cuando las leyes se escribían en inglés, por 783 mil bolivianos; y el 28 de agosto, la elaboración de contenidos estratégicos para la dirección de redes sociales, por un valor de 8,8 millones de bolivianos.
Interesa referirnos al polémico filme El robo, el cual exhibe un libreto ideológico exageradamente tendencioso y unidimensional acerca de la privatización y la capitalización, carente de sentido crítico y ajeno a posicionamientos políticos. Por ello es un nuevo producto que engrosa la estrategia de comunicación y propaganda electoral del MAS, cuya expectativa es potenciar la imagen del eterno candidato presidencial. Tiene sentido para los intereses del Gobierno la millonaria inversión realizada para este filme (112.500 de dólares) en un tiempo récord de 44 días, hábilmente producida para ensalzar los logros del “proceso de cambio” y agraviar y defenestrar, indirectamente, a los rivales políticos que representan un peligro latente a las pretensiones prorroguistas del pseudosocialista Evo Morales.
Lo cierto es que los contratos millonarios adjudicados a Neurona Consulting evadieron premeditamente los procesos de licitación pública que, por un lado, hubieran garantizado la transparencia y la correcta inversión de recursos económicos provenientes del Tesoro General de la Nación, además de brindar oportunidades a empresas nacionales similares con mejor perfil, trayectoria, experiencia e idoneidad probada. Cualidades de las que la foránea consultora, definitivamente, carece.
Al parecer, el Gobierno favoreció con tales contratos a su propietario y director, César Hernández, en compensación a sus servicios prestados en la campaña electoral del año 2014. Tales extremos deben ser exhaustivamente investigados por la Contraloría General de la República, con el fin de establecer responsabilidades sobre este nuevo escándalo de tráfico de influencias y despilfarro irracional de los recursos que pertenecen a todos los bolivianos.