Medio: El Diario
Fecha de la publicación: sábado 17 de febrero de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
Dirección Web: Visitar Sitio Web
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Las organizaciones cívicas representan a la sociedad civil no partidizada, es decir que por encima de ideologías y grupos de poder, es una actividad de servicio en defensa de los intereses de las comunidades, sin ningún condicionamiento que no sea el de servicio. Son elegidos democráticamente por las instituciones afiliadas y representativas, como las cívicas, colegios profesionales, laborales, vecinales, etc.
En el departamento paceño se ha organizado la Plataforma Cívica del Departamento, en un congreso de instituciones paceñas realizado en septiembre de 2016, bajo auspicio de la UMSA, en vista de que funcionan varios comités cívicos, al servicio del poder político.
En cumplimiento de la determinación de los Comités Cívicos, el Movimiento Cívico Paceño ha emitido una resolución declarando al 21F como Día de la Democracia y la Dignidad del Pueblo Boliviano.
Día de la democracia, porque en esa fecha el pueblo ha ejercido su derecho a pronunciarse sobre un tema específico, como se efectúa a través de un referéndum. Ha determinado sobre lo consultado, sin posibilidad de posterior enmienda, como lo señalan las leyes de la materia, que dan un carácter vinculante a lo determinado por la voluntad mayoritaria del pueblo consultado. Si bien en un principio el presidente del Estado dijo que respetaría la voluntad del pueblo, luego dejó de lado esta decisión y habló de un “segundo tiempo”, y más tarde sus partidarios buscaron cuatro vías para una nueva postulación, pese a la prohibición constitucional de más de una relección.
Fue una sentencia del Tribunal Constitucional Plurinacional que habilitó una vez más al presidente, al igual que lo hizo para el tercer mandato, decisión de ese órgano jurisdiccional que dejó sin efecto la voluntad del pueblo el 21F, por lo que resulta una sentencia “aberrante” en materia jurídica, porque atenta contra uno de los principios fundamentales de la democracia, como es la consulta de la voluntad general (mayoritaria) a través del voto. Ese desconocimiento importa un atentado al “estado de derecho” y, por supuesto, a la democracia.
La dignidad es un valor del comportamiento humano, es decir que se es digno al sostener un criterio, una acción, una creencia etc., frente a una adversidad contraria. Es digno el no venderse, doblegarse o ceder contra lo que uno cree y postula. El pueblo al defender su voluntad, desconocida por el poder político coyuntural, asume una actitud digna, y es digno el pueblo cuando acude a las urnas a expresar su opinión, libre, sin condicionamientos, sin presiones originadas en la prebenda o la imposición.
Los oficialistas han construido una táctica anti ética: señalar de mentira a todo lo que afecta a sus intereses de poder, y por supuesto, al ejercicio democrático del 21 F, y para ello han inventado una mentira al decir que el presidente candidato había sido víctima del “cártel de la mentira”, en alusión a las informaciones de los medios de comunicación, que solo informaron sobre las contradicciones de los miembros del gobierno, sobre el hijo del presidente con una joven vinculada a negocios multimillonarios del Estado con una empresa china, que tuvo un hijo, que lo reconoció, para al final decir que nunca existió.
Esa postura oficialista ha declarado como “día de la mentira” al 21F, lo que importa un ultraje a la voluntad del pueblo, endilgarle un grado de gran ignorancia, pues no estaría preparado para emitir su voto, en definitiva una provocación a la que el pueblo mayoritariamente responderá con su firme y digna voluntad de defensa de la democracia.
El autor es abogado y politólogo.